Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon.
*
CAILÍN TAYLOR.
Creí que la conversación que iba a tener Caín con Kendall no serviría para nada, pero no fue así. La chica ya no me molestaba y eso me dejó más tranquila, en realidad no sé si fue la conversación con Caín o por todas las cosas que le dije en el salón de clases.
Quedaba tan sólo una semana de clases para salir de vacaciones y según mi primo, dormir hasta las tres de la tarde. Estuve estudiando mucho, haciendo trabajos y estresándome más de lo normal, entregué todo a tiempo y finalmente pude decirlo ¡Vacaciones vengan a mí! Esa noche habría una fiesta para darle la bienvenida a las vacaciones. En el instituto los chicos hacen fiesta por todo, salió una flor nueva en el jardín ¡Fiesta! El cielo es azul ¡Fiesta! el lápiz es rojo ¡Fiesta! Es todo así, pero me gusta y es bastante divertido, ya que puedo despejarme y divertirme.
Esa noche quedé de juntarme con Annie afuera de una pizzería porque todavía no se sabía el camino al nuevo departamento y necesitaba hablar conmigo a solas sin que estuviese Dante, Caín, Ian o Jaxon que era el que más le importaba. Dante insistió en ir a dejarme, pero yo me negué cientos de veces porque quería respetar a mi amiga. Me puse ropa adecuada, me maquille un poco, tome mis cosas y me fui. Dante me dijo que nos veríamos allá y así iba a ser.
Comencé a caminar sin encontrar ningún taxi que me llevara a la pizzería y ya se me estaba haciendo muy tarde. Pasé por calles que ni siquiera conocía y ya estaba comenzando a asustarme la oscuridad de las calles y que anduviera poca gente y si andaba estaban drogados o ebrios. Mi celular comenzó s sonar y conteste, era Annie.
– ¿Hola?
– Amiga ¿Dónde estás?
– No he podido encontrar un taxi –Reclamé. –He caminado mucho y no hay nada.
– Está bien, ven con cuidado sigo aquí.
– Si, nos vemos –Colgué.
En cuanto metí el celular en mi bolsillo sentí que alguien estaba siguiéndome, volteé un par de veces, pero después me convencí a mí misma que sólo era mi imaginación. De pronto, unos pasos marcados hicieron que me volteara a mirar, pero alguien tapó mi boca bruscamente y sentí una punzada en mi cadera. Comencé a forcejear hasta que sentí la punta de un cuchillo en mi cadera, me mantuve quieta llorando, no había nadie en la calle más que esa persona y yo.
– Silencio –Una voz ronca llegó a mis huesos. –Entrégame todo lo que tienes. –Asentí rápidamente. Él me revisó por completa, me quitó mi celular, mi billetera, la chaqueta que llevaba puesta. –Qué otra cosa puedes tener de valor –Me miró de pies a cabeza. –Quería correr, pero estaba armado. No podía dejar de llorar mientras su mirada morbosa me recorría. –Esto –Puso su mano en mi cuello y me quitó el collar que me habían regalado mis padres en mi cumpleaños número seis. Lloré de impotencia, no podía ser tan hijo de puta. –Ahora sí, vengan chicos –Lo miré en shock. Dos hombres comenzaron a rajar mi ropa, los golpeé unas cuantas veces pero ya estaba devastada, peleé tanto que hasta me golpearon a mí dejándome aturdida, más que un asalto parecía una humillación gratuita y pública. Me dejaron en el suelo y luego corrieron. Me puse de pie rápidamente dolorida y llorando todavía. Corrí en dirección al departamento hasta que me perdí.
– Esto no puede ser peor, maldita sea –Susurré. No había gente por ningún lugar, justo cuando necesitaba un maldito celular nadie estaba. Sentí un trueno en el cielo, miré hacia arriba –Esta es una puta broma –Me cayó una gota en la frente. Me quede bajo un techo de una tienda cerrada alrededor de una hora y media hasta que vi un auto conocido, se detuvo en frente de mí y alguien se bajó. La lluvia era demasiado fuerte y ya estaba lo suficientemente empapada y muriendo de hipotermia.
ESTÁS LEYENDO
CAÍN © #1 EN LIBRERÍAS
ActionLIBRO DISPONIBLE EN PAPEL POR EL EQUIPO PENGUIN RANDOM HOUSE, GRUPO EDITORIAL. ENTRA AQUÍ PARA SABER EN QUÉ PAÍSES PUEDES ENCONTRARLO Y TAMBIÉN A DÓNDE HAY ENVÍOS! ¿Qué harías si te reencontraras con quien destruyó tu infancia? No lo nombres, no...