¡Han Jisung, un chico de 16 años, estaba acostumbrado a una vida de lujos. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres fallecieron en un tragico accidente. De repente, se encontró en una situación desesperada y no tuvo más opción que buscar trabajo e...
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El lunes por fin había llegado, ¿porque la razón especial?.
Porque lunes seria su primer día de clases de jisung, en su segundo año de preparatoria.
El realmente quería estudiar, quería cumplir su sueño de ser un gran empresario como sus papás, pero la tragedia de sus padres le impidieron hacer su sueño realidad.
De lo que sí estaba seguro, es que sus papás donde quieran que estén, estarían orgullosos de él, y con mucho esfuerzo lograría su gran meta.
Solo tenia que terminar la preparatoria para luego ingresar a la universidad.
Si, así es, sonaba tan sencillo pero a la vez tan difícil de lograrlo.
...
Se levantó muy temprano para no llegar tarde su primer día, se dio un buen baño, se vistió con su uniforme.
Consistía en un short azul no muy corto pero si ajustado, se vio en el espejo y su gran trasero resaltaba bastante.
— creo que exagere con las sentadillas — dijo poniéndose la camisa blanca, y corbata negra.
Seguida un chaleco color celeste, y encima un saco de color gris y el logo del colegio en la parte izquierda.
Se peino su cabello a un lado, se veía muy lindo, creo que eso suena simple.
Se veía muy tierno y a la vez muy coqueto y sexy.
Quería verse hermoso para atraer amigos y que lo vieran muy lindo.
Se vio en el espejo aún no muy convincente por su aspecto.
Agarró el lápiz labial de color fresa con brillo, y lo unto en sus labios, luego se echo un poco de crema hidratante para su piel y se veía muy brillante.
Se vio por última vez en el espejo y ahora sí estaba más que satisfecho.
Salio de su habitación para ir directamente al de su hermanita, la vio allí tan dormida, como un angelito, su angelito al que un dia prometió cuidar y proteger, era todo para el, su única familia.
Le dio un beso en la frente para luego susurrarle.
— te amo mi princesa, prometo estudiar mucho para que te sientas orgullosa de mi.— termino de decir para luego subirle su mantita para taparla.
Salió de la habitación y vio a Emma en la cocina.
— tomate tan siquiera este juguito de manzana, no vallas con el estómago vacío. — dijo Emma extendiendole el vaso.
— gracias nona... — lo bebió.
— suerte en tu primer día.— dijo recibiendo el vaso.
– gracias nona, porfavor cuida mucho de yummy.
— descuida, tu ve con cuidado.
— nos vemos al medio día entonces.
Dijo cerrando la puerta despacio para no despertar a su hermanita.