¡Han Jisung, un chico de 16 años, estaba acostumbrado a una vida de lujos. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres fallecieron en un tragico accidente. De repente, se encontró en una situación desesperada y no tuvo más opción que buscar trabajo e...
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La noche llegó en un cerrar de ojos, que el tiempo les pareció tan corto. La niña estaba profundamente dormida en los brazos de minho y jisung recostado en el hombro de su novio apreciando el final de la película animada.
— estuvo tan bueno. — mencionó el pelinegro estirándose para levantarse del sofá. Dándose cuenta que su novio y hermana estaban en su tercer sueño.
Con cuidado tomo a yumy en sus brazos, tratando de no despertar a ninguno de lo dos. Camino hacia la habitación de su hermana y la acomodó despacio en la cama. Aguantando el dolor en su tobillo que hizo quejarse en silencio. Le colocó su sábana y le dio un beso tierno en la frente antes de salir.
Al salir de la habitación de la niña, vio a minho despierto. Aún sentado en el sofá.
— la hubiera llevado yo, aún estas delicado. — dijo minho bostezando.
— vamos a dormir. — ofreció jisung dándole la mano a su novio.
Minho sorprendido, abrió lo ojos. — ¿dormir juntos?. — preguntó aturdido. De solo pensarlo, se le ponía la piel chinita.
— no seas tímido, se que lo deseas tanto como yo. — menciono sonriendo y viendo el gran tamaño que su novio guardaba en medio de sus piernas.
Minho no dijo nada y tomó la mano de jisung dejándose guiar, sintiendo una inmensa sensación rara, su corazón palpitaba y no solo era eso lo que palpitaba.
Llegando a la habitación, Jisung jala a Minho del cuello de su camisa con una pasión desenfrenada. Sus labios se encuentran en un ardiente beso que despierta la chispa de la pasión que han mantenido oculta durante meses. Desde la partida de Law, jisung se había portado como un santo. Sin embargo, en ese momento, el deseo y la necesidad se desatan, consumiéndolos por completo. Cada beso, cada caricia, es una expresión desesperada de amor y anhelo acumulado. El tiempo se detiene mientras se entregan el uno al otro, dejando atrás cualquier preocupación o duda. En ese instante, solo existen ellos dos, unidos en un torbellino de emociones y deseos incontrolables.
Es un encuentro apasionado que alimenta su conexión y les recuerda lo mucho que se necesitan mutuamente.
— yumy puede escuchar. — dijo minho sintiendo como los besos de jisung eran adictivos. Sin querer detenerse en ningún momento.
— no te preocupes, las habitaciones están alejadas... ¿quieres parar? — pregunto jisung deteniéndose.
Minho con la respiración agitada y su pulso a mil por segundos, levanto a jisung, sujetándolo del trasero, mientras jisung se sujeto de su cuello.
— ¿peso mucho?. — pregunto jisung dándole un beso.
— claro que no, mi fuerza puede cargar más personas. — respondió minho tratando de no hacer sentir a mal a su novio por su peso.