¡Han Jisung, un chico de 16 años, estaba acostumbrado a una vida de lujos. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres fallecieron en un tragico accidente. De repente, se encontró en una situación desesperada y no tuvo más opción que buscar trabajo e...
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— ¡espera! ¡Porfavor espera un momento!. — jisung suplicó a Jeongin que esperara un momento mientras estaba acorralado contra la pared. Su corazón latía con fuerza, mientras trataba desesperadamente de encontrar una solución a la situación en la que se encontraba.
— ¡Shh! — calló suavemente mientras apretaba a Jisung alrededor de la cintura, buscando tranquilizarlo. — Solo son unos cuantos besos — susurró, dejando que sus labios se encontraran de nuevo.
— esto es incómodo. — hablo al sentir los besos de Jeongin en su cuello. Y los apretones que le daba en su cintura.
— Entonces déjame ver tu rostro. — pidió deteniéndose. Y apreciando solo los ojos misteriosos. El misterio que se escondía tras esos ojos era cautivador.
— pídeme cualquier cosa, menos eso.
— ¿porque?. — pregunto dándole un beso. — ¿que tanto escondes?. — lo beso de nuevo.
— nada, es solo que no debo hacerlo.
— entonces sigamos con lo que estábamos haciendo. — sugirió metiéndo su mano dentro de la prenda de jisung.
— esto no esta bien. — dijo deteniendo la mano de jeongin. — porfavor, déjame ir. — pidió suplicante.
Jeongin observó detenidamente los ojos de la persona frente a él, notando su brillo intenso y dándose cuenta de que contenían una profunda emoción. En ese momento, comprendió que esos ojos eran capaces de derramar lágrimas, reflejando miedo.
— Está bien, lamento mucho todo lo que hice — dijo mientras se disculpaba con una sonrisa sincera. Con gesto amable, quitó su saco y lo colocó cuidadosamente sobre los hombros de Jisung. —Cúbrete con esto — le sugirió, preocupado por el bienestar del otro.
La prenda, cálida y reconfortante, envolvió a jisung en un abrazo de protección. — gracias por comprenderme.
— no tienes porque, yo realmente me exite al verte bailar. — confesó con vergüenza. — lo siento, no quería decir eso. — se disculpo rápidamente al ver los ojos de aquella persona.
— lo entiendo, no tienes porque avergonzarte. — calmo con una sonrisa tímida.
— ¿quieres que te lleve? Mi motocicleta esta a unos cuantos minutos. — ofreció amablemente.
— no te preocupes, vine con alguien más, que seguramente me han de estar buscando. — le respondío.
— espero que nunca te vuelvas a encontrar en una situación desesperada. — refiriendose al momento donde saco a jisung de aquellos hombres.
— créeme que sera la última vez.
— entonces esto es un adiós. — suspiró, un poco desanimado.
— gracias por todo. — mencionó el más bajo, dándole un cálido beso en la mejilla como muestra de su profundo agradecimiento.
Jeongin, con una sonrisa tímida en el rostro, se quedó atrás mientras observaba cómo la persona se alejaba lentamente, sintiendo gratitud en su corazón. El momento fue breve pero significativo, dejando una huella de gratitud y aprecio en el alma de ambos.
