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—¡oye! ¿que tanto miras?

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—¡oye! ¿que tanto miras?.—pregunto hyunjin mirando hacia el lugar donde su amigo miraba, era como si estuviera esperando a que alguien por arte de magia apareciera por esa puerta.

—A mi primo.—contestó aún observando la puerta de su salón.

—¿tu primo?.— preguntó desconcertado.—¿el quién vive en Seúl?

—si

—¿y va a estudiar acá?.—dijo alzando la voz.

—¿no es obvio?— rodo los ojos.—mis tíos se mudaran a Jeju por trabajo y pues con el mi primo.

—Me recuerdo poco del el, eramos niños cuando jugábamos a ser novios jajaja.—miró a minho y este lo miró serio.—ash que serio.—dijo dejando de reír.

Y dos voltearon a ver de inmediato hacia la puerta, donde iba entrando un chico rubio delgado con audífonos puestos.

Todos los del salón quedaron boquiabierto con tal ángel que entró por esa puerta.

El chico rubio llegó hacía minho donde lo saludo con un beso en la mejilla, para luego voltear a ver a hyunjin parado con cara de idiota.

—¿hyunjin?.—pregunto sonriendo.

—si...si...soy yo.—tartamudeo al responder.

...

—¡oye jisungiee!, me prestas un lapicero, esque deje mi estuche en casa.—dijo jeongin con un puchero.

Jisung solo sonrió dándole el lapicero a su amigo.

aveces se preguntaba como podía su amigo ser tan tierno y a la vez tan varonil con ese gran cuerpo y su aura de superioridad.

Se puso a pensar que todo le estaba saliendo bien, podía pagar su colegiatura en uno de los más prestigiosos de jeju, podía darle todo a su hermanita su pedazo de cielo como el la llamaba.

Tenía un amigo con quien platicar, todos los de su salón lo trataban bien aunque aveces recibía acoso sexual o comentarios fuera de lugar pero aun así podía soportarlo.

Los horarios de la primera clase habían terminado y con ello el timbre sonó.

Los dos chicos por fin salieron del salón, donde fueron directo hacia la cafetería.

Llegando allá, ordenaron una rebanada de pastel y un Americano cada uno.

Por suerte habían mesas disponibles, así no tendrían porque pasar vergüenza estando parados.

—Este pastel está muy rico.—dijo jeongin metiéndose la última cucharada de pastel.

—Esta delicioso, pero quiero otro americano.—avisó jisung con un puchero.

Jeongin solo sonrrio por lo infantil que era su amigo con la bebida.

—Ahora te traigo otro.—afirmó levantándose de su asiento.

NIGHT CLUB ~ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora