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La tarde del segundo día había llegado y con ello empezaron a prepararse para la emboscada que se llevaría a cabo

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La tarde del segundo día había llegado y con ello empezaron a prepararse para la emboscada que se llevaría a cabo.

— ¡toma esto!. — le lanzó bangchan a Herim una pistola. Esta le agradeció metiendolo en su cinturón.

Todos se colocaban sus chalecos protectores y sus armamentos encima. Mientras que bangchan y minho solo se colocaron sus trajes formales.

— bien, es hora de salir. — ordenó Minho quien solo se colocó un chaleco debajo de su ropa y una pistola escondido en su cintura.

Antes de que partieran rumbo a sus tumbas. Todos se desearon buena suerte desde el fondo de sus corazones, porque si de algo sabían, era que no había muchas posibilidades de volver con vida.

— ¡porfavor intenta no morir! — le hablo felix al más alto. Mientras pasaban sus manos en su cintura.

— ¿si lo hago que harás?. — pregunto jugando. Dándole un beso en la cabeza.

— te resucitare para matarte. — sonrió poniéndose de puntillas para luego darle un beso en los labios de su novio. — cuídate.

— tu también mi vida.

Ya todos listos, Herim y felix junto con otros dos hombres de minho, fueron en un auto color blanco deportivo directo al lugar donde se suponía que jisung y Yumy estaban.

Mientras que changbin y hyunjin junto con varios hombres se adelantaron para posicionarse en sus lugares acordado con el plan.

— ¡Es hora de irnos!. — menciono minho viendo la hora en su reloj de su muñeca. agarró dos maletas de dinero que estaban posadas en la mesa.

— ¡espera!. — pidio chan colocandose unos aretes color negro que a primera vista se notaban que eran corrientes, pero en realidad, eran audífonos para comunicarse con los demás. Cuando termino, agarro otros dos maletines de la mesa. — ¡vamos!

Ambos se subieron en una camioneta color negra con los vidrios blindados. Y se dirigieron rumbo al lugar acordado con Law.

Mientras que minho se encontraba en camino, felix ya había llegado al lugar donde supuestamente estaba Jisung.

Era un lugar que daba el aspecto de cautiverio, el lugar perfecto donde un enfermo como Law no dejaría a jisung salir a respirar ni por un segundo.

La casa estaba protegida por un muro de veinte metros de altura, con más de diez hombres cuidando a los alrededores y cinco más dentro de esta.

— ¡no lo veo desde acá!. — menciono Herim  quien trataba de ver con los oculares desde una cumbre no muy alejada.

— Bien. — hablo felix. — comencemos por la parte de atrás.

Caminaron pasando por árboles en el camino, montes y zarzas que se aderian a sus ropas. Cuando llegaron, caminaron en fila posicionándose felix adelante mientras podían ver a esos dos hombres quienes platicaban entre sí.

NIGHT CLUB ~ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora