¡Han Jisung, un chico de 16 años, estaba acostumbrado a una vida de lujos. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres fallecieron en un tragico accidente. De repente, se encontró en una situación desesperada y no tuvo más opción que buscar trabajo e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Verlo lejos era su tormento y deseo. El anhelo de abrazarlo se desvaneció tras el engaño. Ansiaba tocarlo, correr hacia él y confesar su amor. Aunque aparentaba desconocerlo, lo miraba con ojos llenos de cariño. Amaba a quien no volvería.
— mi amor no sabes cuanto espere este momento. — le hablaba karina. Si, exactamente, la misma mujer a quien varias veces le dijo que no amaba y que nunca amaría.
Minho estaba recostado en la pared que daba exactamente frente a la entrada del colegio. Mientras que karina tenía sus manos en su cuello, hablándole de amor y las cursilerias que siempre le decía.
Estaba cansado de oírla cuando sus ojos se ampliaron cuando vio venir a su preciado tormento a su dirección.
Agarro la cintura de karina con ambas manos y la atrajo a el para luego besarla. Miro a jisung por encima de los hombros de la mujer.
Jisung estaba parado teniendo la correa de su bolso bien sujetada en sus manos. Bajo la mirada y paso a su lado sin verlo al rostro.
!Mierda! Odiaba esto, lo odiaba tanto, alejó a karina de el limpiándose la boca, besar a alguien más que no era jisung le resultaba incómodo y asqueroso.
— ¿que pasa?. — pregunto la mujer con algo de sonrojó en sus mejillas.
— ya es suficiente, no te sigas ilusiónando conmigo que no obtendrás nada. — hablo caminado hacia dentro.
Camino con pesar en su pecho hacia su salón de clases, cuando logró escuchar unos murmullos cerca del baño de hombres, se acerco un poco y vio a jisung con alguien más. No podía soportarlo, no más.
Jisung tenía su espalda pegada a la pared. Aquel chico lo tenía acorralado sin querré dejarlo ir.
— ¿que están haciendo?. — pregunto llegando frente a ambos con un ligero enojo en su mirada. Jisung lo vio y bajo la mirada.
— ¿Que acaso no lo ves? Estamos hablando. — dijo aquel chico de cabello negro.
— eso lo se, pero, quien te dio derecho a tenerlo asi.
— se perfectamente que ambos no están juntos, así que lárgate. — grito volvieron a mirar a jisung.
Minho empuño sus manos con rabia y agarró al chico de sus hombros con fuerza. — sigue siendo mio. — le dio un golpe en la cara haciendo que cayera el suelo. Volteó a ver a jisung quien estaba asustado por la escena que presenció. — ¿no tienes vergüenza?. — hizo que jisung le mirara. — ¿Con cuantos más sales? Dos, tres, cuatro, debes divertirte a sus espaldas como me lo hiciste a mi.
Jisung no respondió nada y giro sus talones queriendo retirase.
— a donde crees que vas. — la mano de minho en su brazo hizo detenerse.
— déjame ir por favor. — pidió llorando al recordar la escena que había presenciado hace unos minutos atrás. No tenía derecho, no cuando el mismo provocó que se fuera de su lado.