¡Han Jisung, un chico de 16 años, estaba acostumbrado a una vida de lujos. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres fallecieron en un tragico accidente. De repente, se encontró en una situación desesperada y no tuvo más opción que buscar trabajo e...
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Jisung salió del baño ya duchado con olor a vainilla, ese olor era su favorito, era tan fresco y dulce a la vez.
Se puso una prenda de marinero, con una lencería color blanco de seda y encaje.
Encima de este se puso su sudadera negra olgada y pants y su mascarilla para no revelar su identidad.
Salió en silencio y con mucho cuidado cerró la puerta.
Vio la hora en su reloj y eran aproximadamente las 8:00 en punto de la noche.
Así que tomo un taxi que lo llevaría rumbo al club nocturno.
— hola — saludo jisung mostrando su tarjeta al gorila de la puerta.
Este lo dejo pasar automáticamente sabiendo que era parte del club.
Entro y se dirigió a su camerino para terminarse de arreglar.
Se quito la sudadera y lo demás para quedarse solo con su traje de marinero, mientas se terminaba de pintar los labios con un color rojo.
— Es hora que salgas. — dijo Somi entrando sin tocar la puerta.
— ¿Cuántas veces te he dicho que toques antes de entrar?. — hablo jisung volteando a verla.
— Mira niño, acá solo eres una puta más, yo solo soy la encargada de que cumplan con su trabajo. — dijo señalando a jisung con sus dedo.
— No te equivoques somi. — dijo acercandose. — no soy una puta más, yo solo soy la puta de law que es diferente, mientras el me folla solo a mi, a ti te follan cientos a la semana, tan barata y vieja. — hablo con asco en sus palabras.
Somi solo apretó los dientes de rabia mientas jisung se acercaba más a ella.
— ¿Porqué crees que law te tiro a la basura? — dijo pasando su dedo en el labio de somi. — esta claro como el agua. — se poso detrás de ella para luego susurrarle. — porque law ama mi piel tan suave, mi olor lo vuelve loco, yo lo vuelo loco de placer cada que me folla duramente. — terminó de decir con una sonrisa macabra.
Somi respiraba furiosamente y se dio la vuela para encarar a jisung.
— te juro que me las vas a pagar, law es mio y lo voy a recuperar.
– Por mi te lo regaló, ¿pero sabes una cosa? El es quién no me deja ir ternurita. – dijo pellizcando la mejilla de Somi.
— Ya lo veremos. — termino de decir para luego salir furiosamente asotando la puerta.
Jisung solo sonrrio por lo divertido que era enojar a somi todas las noches, era tan estúpida sabiendo que law la rechazaba siempre que se insinuaba ante el.
Pero bueno, cada quien se humilla a su manera.
Se puso su antifaz para luego salir al escenario y empezar su show.