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— ¡Habla! ¡No te quedes callado! — le instó mientras le agarraba de los hombros, buscando una respuesta en su mirada

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— ¡Habla! ¡No te quedes callado! — le instó mientras le agarraba de los hombros, buscando una respuesta en su mirada.

Jisung empezó a llorar por la insistencia de minho. Sus palabras duras hacían que le doliera más.

— No es cierto.

Mentira.

Había mentido como un sinvergüenza sin escrúpulos, todo por no poder dejarlo ir. Se encontraba atrapado en una telaraña de engaños y falsedades, tejida por su propia cobardía. Cada palabra que salía de su boca era una traición a la confianza que había depositado en el. Se sentía culpable, pero al mismo tiempo se aferraba a la mentira como una tabla de salvación, temiendo las consecuencias de la verdad. No podía permitir que se alejara de su vida, aunque eso significara perderse a si mismo en el proceso. Así que continuó mintiendo, construyendo una fachada de falsedad que se volvía cada vez más difícil de sostener. Se convertío en un experto en el arte de la manipulación, jugando con sus emociones para mantenerlo cerca. Pero en el fondo, sabía que tarde o temprano, la verdad saldría a la luz y todo se vendría abajo.

Minho cerró sus ojos aliviado, sintiendo cómo el miedo se disipaba lentamente de su cuerpo. Durante un breve instante, había experimentado una sensación de temor genuino, pero ahora sus músculos se relajaban y volvían a su estado natural. El alivio invadió su ser, permitiéndole respirar profundamente y recuperar la calma. Era como si una pesada carga se hubiera levantado de sus hombros, liberándolo de la tensión que lo había consumido.

— Ven acá — lo envolvió en un cálido abrazo, tratando de consolarlo. — Ya no llores más, no quería ser tan brusco — susurro suavemente mientras se separaba para ver su rostro y limpiarle las lágrimas. Le pidió que sonriera, deseando ver una pequeña muestra de felicidad en su expresión. Jisung, aunque con dificultad, forzó una sonrisa, tratando de complacer a la persona que tanto le importaba. —"Eso es, lindo"— susurró mientras lo abrazaba más fuerte y lo pegaba a su pecho, deseando transmitirle todo su amor y apoyo en ese momento difícil.

— tengo que volver a clases.

Minho a duras penas lo dejo ir. Le dio un dulce beso en los labios, siendo cuidadoso de no borrar su labial.

Regresó lentamente a su salón, sintiendo cómo las miradas de curiosidad se clavaban en él. Era evidente que todos querían saber qué había sucedido entre él y su amigo Hyunjin. Se preguntaba si aún podía considerarlo amigo después de que acusara injustamente a su novio. ¿Por qué Hyunjin había dicho eso? ¿Qué tenía en contra de su novio? ¿Por qué intentaba difamarlo con semejante barbaridad? Estas preguntas rondaban en su mente, generando un intenso dolor de cabeza que le dificultaba concentrarse. Incapaz de soportar más el malestar, decidió buscar un poco de alivio recostándose en la mesa. Mientras se dejaba caer, su mente se llenó de dudas y preguntas sin respuesta, creando un torbellino de pensamientos que parecían empujarlo hacia la locura. La incertidumbre y la confusión se apoderaron de él, sumergiéndolo en un mar de emociones turbulentas.

NIGHT CLUB ~ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora