"El instinto más primitivo del ser humano, el amor"
GAVI
Joder.
Nunca había tenido tantas ganas de desaparecer como en ese momento.
Dani cogió lo primero que encontró y se tapó como pudo mientras yo me quedaba mirando la puerta como un gilipollas.
Lo que es la vida, un año a dos velas y cuando se supone que te llega la oportunidad te interrumpe él que más insiste en que eches un quiqui.
Cuando abrí la puerta, y como suponía, me encontré con Pedri que me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿Sabes que mi hermano se ha echado novia? —dijo con una mueca de asco—. No puedo estar ni un segundo más en esa casa, no sale de ahí la petarda.
Me hizo para un lado para pasar.
—Y es raro que me caiga como el culo la tía, porque a mi me cae bien todo el mundo —siguió hablando, sin prestarme ni un mínimo de atención.
—Oye, Pedri, no es un buen moment-
—¡Hostia Dani! —escuché que decía desde el salón.
Mierda.
Con lo cerca que había estado. Di tres pasos grandes para alcanzarlo y me encontré con la pobre Dani envuelta entre mi camiseta y el sofá.
—¡Pedri no mires! —gritó ella.
—Perdón, también soy humano, ¿sabes?
—Pedri... —advertí.
El rodó los ojos y fue a la cocina, dejando que Dani fuera corriendo a mi habitación a cambiarse.
Yo seguí a mi amigo que se estaba abriendo una lata de combucha.
—¿Os he interrumpido?
—Vaya, pero si te has dado cuenta —afirmé sarcástico.
—¿Y tu novia siempre recibe así a tus invitados?
Más quisiera que fuese mi novia.
—No es mi novia, pesado —respondí sin embargo.
Eso no es lo que pensamos...
¿Te quieres callar?
—Más quisieras... —adivinó de pronto. ¿Lo había dicho en voz alta?
Me coloqué contra la encimera de la cocina apoyando mi espalda desnuda en la fría piedra.
—Si quieres me voy, eh, —dijo tan tranquilo— que no sea por mi culpa que no rindas bien.
—¿Tú no estabas de reunión familiar o algo así? —pregunté evitando el tema. Ya para qué, de todas formas ya me había cortado todo el rollo.
Pedri le dio un mordisco a su plátano y continuó hablando.
—Si pero se acabó, y cuando llegue a casa le estaba esperando la pesada de mi cuñada. No veas lo criticona que es, no deja respirar a nadie —se quejó.
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Give me your love, darling
Teen FictionLa mejor manera de hacer las cosas nunca será la correcta. Un buen ejemplo es la historia de dos almas apasionadas y muy diferentes. Ambos aman lo que hacen y ambos no entienden la pasión del otro. Pero lo que siempre a dejado claro la vida, es que...