Capítulo 20

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"La farsa se ha vuelto realmente una farsa"

GAVI

Dani había estado encerrada en el camarote durante toda la noche, y el tiempo que duró volver de la isla a la villa. Ni siquiera había podido verla subir a la habitación y recoger algunas cosas cuando llegamos.

Cuando me quise dar cuenta tenía a Ferran durmiendo conmigo en la habitación.

No hizo falta que me explicase el porqué.

Solo había compartido el mismo espacio con ella durante al menos tres ocasiones en los últimos cinco días. Había intentado hablar con ella desde que llegamos de la isla pero no había manera.

Con las únicas personas que se relacionaba siempre eran Pablo, Sira y Pedri. Gracias a él, por lo menos, sabía como estaba ella. No tenía ningún problema con charlar con los demás pero siempre que yo andaba cerca se refugiaba en esos tres.

La primera vez que había intentado dirigirle la palabra ni se había atrevido a mirarme. Por odio, por tristeza, no me dio tiempo a averiguarlo.

Todos estábamos esperando en la planta de abajo a que la furgo que había contratado Xavi nos recogiera para ir a la sede de Adidas. Hoy teníamos la campaña publicitaria lo que significaba que después de esto, se convertirían en vacaciones los siguientes días hasta que volviéramos dentro de seis.

Todos estábamos deseando que esto se acabara. Aunque normalmente nos gustaran estas cosas.

Pero había un pequeño inconveniente al que absolutamente todos le teníamos miedo.

Y es que Dani y yo seguíamos siendo pareja para el resto de la gente. Personas que se querían, que se besaban y que sobretodo demostraban su amor en público.

Y era bastante confuso teniendo en cuenta que llevaba sin hablarme desde hace cinco días.

Además de que las cosas en esa villa se habían puesto algo tensas. Los chicos se lo pasaban bien cuando estaban conmigo o con Dani por separado, pero era tenernos juntos durante un tiempo y volverse todo de lo más incómodo.

Hasta un tonto podría notar el ambiento denso.

Vi como Dani iba a la cocina, sola, absolutamente sola. Lo agradecí, ya que durante estos días siempre que ha estado cerca de mí tenía a su amiguito Pablo al lado. Y resultaba agotador. Y algo frustrante.

No dude mucho en dirigirme hacia la cocina. Nadie me siguió así que en cuanto entré cerré la puerta detrás de mí.

Ella se sobresaltó y se giró al instante.

—¿Qué haces? —soltó.

—Hablar con mi novia.

—No soy tu-

—Lo sé, lo sé, y créeme que nada me gustaría más que dejarte tranquila y no forzar más esta situación pero necesitamos hablar —expliqué.

Ella dejó caer sus brazos y me dedicó una mirada exhausta.

—No quiero hablar contigo, Gavi.

—Ya pues me vas a tener que escuchar —dije igual de cansado.

—¿En serio? ¿Ahora quieres hablar? Qué raro porque cuando yo te di la oportunidad no parecía gustarte mucho.

Sentí que no podía debatirle eso.

Se sentía traicionada y, para colmo, también se creía que no me importaba nada. Y solamente quería explicarle que si que me importa, mucho más de lo que creía ella.

Give me your love, darlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora