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Esa misma noche todos se sentaron al rededor de la mesa.
—¿Dónde está Rhaenys? —pregunta Rhaenyra discretamente a Saera.
—No lo sé, iré a buscarla.

Saera se levanta de la mesa y llega a la sala donde preparan el cadáver de Vaemond.
—¿Te encuentras bien?
—Sí... Vamos a cenar.
—¿Segura?
—Absolutamente. Solo quería... Velarlo un poco...

Se dirigen a la cena, que transcurre tranquila. Viserys sonríe al ver a su familia aparentemente unida.

—No tomes vino —susurra Saera quitándole la copa a Rhaenys.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Tiene un sabor extraño, creo que se ha echado a perder. Mañana estaré con el estómago revuelto, seguro...
—¿Quieres que nos vayamos? —susurra Rhaenys.
—No, me siento bien...
—Todos ríen —susurra Rhaenys observando la mesa.
—¿Quién lo diría? Que podríamos cenar en paz por una vez...
—Es una hazaña, sin duda. Tu padre está feliz —dice Rhaenys viendo a Viserys reír a carcajadas con Rhaenyra y Daemon.
—Lo está —dice Saera. Ambas observan como los Jace y Helaena bailan y Luke habla con las nietas de Rhaenys.

Cuando terminan cada uno se dirige a sus aposentos. A excepción de Rhaenys, que se dirige a los aposentos de Saera.

—Ha sido un día largo —dice la heredera.
—Sin duda, estoy agotada.
—Acuéstate, te daré un masaje.
—¿Un masaje? Es indigno de la heredera.
—Entre tus sábanas no soy la heredera, princesa, solo soy yo —dice Saera besándola. —Gírate —pide con dulzura.

Rhaenys se desnuda y se acuesta boca abajo en la cama. La heredera se coloca sobre ella y toma unos aceites para aplicarlos en la espalda y nuca de la princesa y comenzar a masajear con delicadeza.
—¿Dónde has aprendido? —pregunta Rhaenys completamente relajada.
—Observando a las doncellas... ¿Te gusta?
—Me dormiré...
—Es una buena señal —ríe Saera.

Tras un rato, termina e indica a la princesa Rhaenys que va a darse un baño. Esta decide acompañarla. Ambas se meten en la gran bañera, que está a una temperatura considerable, mucho menos caliente de lo que a Saera le gusta, pero no quiere herir a Rhaenys.

Ambas se unen entre besos y caricias hasta que el agua se ha enfriado lo suficiente como para hacerlas salir. Tras colocarse sus respectivos camisones se acuestan juntas en la cama.
—Buenas noches mi princesa —le dice Saera mirándola con cariño.
—Buenas noches, mi amor —responde Rhaenys dándole un beso.

Saera cae completamente agotada en un suelo sumamente profundo. No recuerda cuando es la última vez que durmió así.

Cuando la heredera despierta, la habitación está completamente patas arriba, Rhaenys no está a su lado y hay cosas desordenadas por todas partes. Una sensación extraña la aborda y decide salir, pero al dirigirse a la puerta, se da cuenta de que está ha sido cerrada con llave.

—¡¿Qué significa esto?! —pregunta. —¡No tiene gracia! —exclama. Se siente aturdida, y mareada desde que despertó, como si hubiera sido víctima de algún veneno. Además se ha dado cuenta de que es tarde en la mañana. En ese momento recuerda cómo pidió a Rhaenys que no tomara vino y entiende que habían puesto leche de amapola en la bebida.

—Mierda —dice para sí misma. Se cambia a toda prisa y abre rápidamente su pasadizo dirigiéndose por él hasta la habitación de su padre. Entra en esta a través de una de las terminaciones del propio pasadizo y encuentra a Viserys en un profundo sueño.

—¡Papá! —exclama agitándolo. —¡Despierta!

Saera sabe que Viserys respira pero este parece estar más que inmerso en su descanso. La heredera recuerda como su padre se atiborró a vino la noche anterior. Es entonces cuando decide correr a la habitación de la princesa Rhaenys, pero esta no se encuentra ahí. Al volver a entrar al pasadizo choca con alguien de frente.

—¿Nyra?
—Saera, te buscaba, han sido ellos, Otto y su familia, nos han dado leche de amapola. Planean anunciar nuestra supuesta muerte y coronar a Aegon.
—¿Qué?
—Hay más. He visto cómo se llevaban a Rhaenys por una de las ventanas. No parecía tan aturdida como nosotros... La he buscado y no la han devuelto al castillo, no sé dónde está...
—No le permití beber el vino porque había notado un sabor raro en él... Mierda... ¿Dónde están las nietas de Rhaenys, Daemon y tus hijos?
—En mis aposentos, les he buscado para asegurarme de que estaban todos bien.
—Salid de aquí cuanto antes y llevaos a papá. Nos veremos en Rocadragón.
—¿Y tú?
—Voy a buscar a Rhaenys. Primero iré a pozo dragón y liberaré a Meleys.
—Me los llevaré a todos pero ten cuidado.
—Descuida. Tened cuidado también.

Saera toma una capa y llega a la parte de atrás de la fortaleza por el pasadizo y sale rápidamente del lugar dirigiéndose a Pozo dragón.
Camina con prisa entre las calles repletas de vendedores y logra llegar a pozo dragón. Traga saliva y abre el gran portón llegando rápidamente a donde se encuentra Meleys.

Al principio, la dragona no la reconoce y ruge fuertemente para, seguidamente, expulsar una llamarada.
—Meleys soy yo... Tengo... Tengo que abrir para dejarte salir pero por favor no me comas... —ruega. —Rhaenys... Rhaenys necesita tu ayuda —dice abriendo lentamente el primer cierre. —No puedo hacerlo sin ti...

La dragona vuelve a rugir con fuerza y Saera se detiene un Segundo. Traga saliva y abre del todo la gran puerta dejando salir a la inmensa criatura. La heredera se pega por completo a una de las paredes cerrando sus ojos con fuerza esperando a que Meleys se vaya para salir de pozo dragón. La dragona se para frente a Saera y la olisquea unos segundos para seguidamente empujarla con suavidad con sus fauces.
—Yo no sé dónde está —dice Saera. —Debes volar y buscarla.

La dragona, como si la entendiera. Se adelanta y comienza a salir del lugar para coger impulso y echar a volar en cuanto está libre. Saera siente que su corazón jamás ha latido tan rápido. El terror se había apoderado de ella hacía unos segundos.

Sale del lugar y corre siguiendo el rastro en el aire de Meleys.
—¡Vhagar! —grita con la esperanza de ser escuchada. Y por suerte ve una sombra negra cernirse sobre ella y seguir de cerca a Meleys. —¡Síguela! ¡Buscad a Rhaenys!

Saera corre a través de todo desembarco del rey sin descanso, prácticamente ha perdido de vista a las dragonas en un incansable intento de encontrar a la princesa.

HEIRESS (Rhaenys Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora