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—Me gusta mucho como te queda eso —dice viendo a Rhaenys con su ropa de montar.
—Podrías ponértela si montaras un dragón —dice Rhaenys acercándose a ella.
—Eso no va a pasar, pero he de admitir que te ves... sexy... imponente... poderosa...
—¿Ah sí? —dice acercándose a sus labios.
—Ajá —dice besándola.
—Intentaré llegar pronto. ¿Me acompañas hasta Meleys?
—Siempre que pueda quedarme lejos...

Ambas caminan hasta pozodragón seguidas por dos guardias de Saera.
Saera puede notar que uno de ellos está demasiado cerca de la princesa.
—Por favor, no la toques —pide Saera con tono severo y firme viendo cómo el guardia coloca su mano tras la espalda de Rhaenys actuando incluso antes de que la princesa Rhaenys se percate.

El guardia aleja su mano y todos continúan caminando. Tras unos minutos, Saera ve que este vuelve a acercarse demasiado. Tira suavemente de Rhaenys para alejarla.
—No acostumbro a dar órdenes dos veces —repite Saera al guardia. Sir Erryk, el otro que las acompaña, también se ve incómodo. Se nota que no le cae demasiado bien el nuevo juramentado. Rhaenys a penas se ha dado cuenta de los toques de aquel guardia debido al metal de su ropa de montar que cubre su torso.

Cuando por tercera vez, el nuevo guardia trata de tocar a la princesa, Saera se da cuenta de que su mano esta vez va mas abajo de su espalda. Es entonces cuando sin avisar toma la espada de Sir Erryk y en un rápido movimiento corta la mano del nuevo juramentado.

Este suelta un grito de dolor que hace que Rhaenys y Sir Erryk queden estáticos.
—Sobra decir que quedáis expulsado de la guardia y de la fortaleza. Si vuelvo a veros lo que cortaré será vuestra cabeza —dice limpiando la espada, que a penas se ha manchado debido a que ha sido un corte limpio, con uno de sus paños de seda.

—¿Continuamos? —pregunta Saera a Rhaenys y Sir Erryk. Ambos asienten sorprendidos por la situación.

Al llegar, Rhaenys deja salir a Meleys y Saera se aleja considerablemente.
—Ven, no te hará daño.
—Prefiero quedarme con la duda.
—No seas cabezota. Te prometo que no te va a hacer nada.
—Rhaenys...
—Confía en mí —dice Rhaenys tendiéndole su mano.
—No es en ti en quien no confío —bromea Saera tomando la mano de Rhaenys.

La princesa acerca a la heredera pegándola a su cuerpo.
—Estás temblando... —dice Rhaenys.
—Sí, pero dudo que eso sea obra del dragón —le dice Saera para tentarla. Rhaenys rueda los ojos y toma la mano de Saera para colocarla en las escamas de Meleys. Ante el acto, la heredera cierra los ojos con fuerza y esconde su cabeza en el hombro de Rhaenys.
—¿Lo ves? —dice Rhaenys haciendo que Saera acaricie sus escamas. Meleys mira a la heredera pareciendo aceptarla.
—Es el dragón más hermoso que haya visto.
—Lo es, no me cabe duda —afirma Rhaenys. —¿Te atreves a montar?
—Relajaos princesa, esto ha sido una toma de contacto, no me presionéis.

En ese momento una gran sombra se cierne sobre ellas y ambas pueden ver a Laena sobre Vhagar. La princesa Saera jamás había visto a ese dragón y cuando lo hace siente que sensaciones indescifrables la inundan.
—¿Te encuentras bien? Has palidecido —dice Rhaenys. Pero Saera solo es capaz de escucharla a lo lejos. Sus ojos están puesto en la enorme bestia que vuela sobre ellas. Vhagar ve a la heredera, al hacerlo, parece que algo se haya conectado dentro del dragón. Inmediatamente deja de obedecer las órdenes de Laena y desciende rápidamente hasta donde se encuentran Rhaenys, Saera y Meleys.

—Vhagar ¡¿qué haces?! —exclama Laena.

La dragona de Rhaenys se adelanta a modo de protección a las dos mujeres, pero Vhagar no parece querer atacar. Como si estuviera hipnotizada, Saera se adelanta sobrepasando a Meleys bajo la mirada de Laena y Rhaenys y se acerca a las fauces de Vhagar.
Nadie es capaz de hacer un solo movimiento.
Saera y Vhagar se miran y la gigantesca bestia inclina su cabeza para que la heredera la acaricie. Tanto Laena como Rhaenys no dan crédito.

Saera toca la cabeza del dragón y en ese momento un escalofrío invade su cuerpo y colapsa, perdiendo la consciencia.

—¡Princesa! —exclama Laena bajando de un salto de Vhagar.
—¡Saera! —exclama Rhaenys corriendo hasta ella.
Sir Erryk actúa rápido y toma a la heredera para llevarla rápidamente a la fortaleza.

—¿Qué le ha pasado a mi hija? —pregunta Viserys con preocupación al ser avisado.
—No lo sé, primo, se ha desmayado —dice Rhaneys con notoria preocupación. Viserys nota que la princesa Rhaenys está profundamente angustiada.
—¿Te sientes bien prima?
—¿Está bien maestre? —pregunta Rhaenys ignorando al rey nada más ver salir al maestre de la habitación.
—Solo ha sido una bajada de presión. Está bien, no hay de qué preocuparse. Pueden pasar —dice el maestre.
Rhaenys pasa rápidamente y ve a Saera algo confundida pero despierta en la cama.
—¿Te sientes bien? —pregunta arrodillándose a su lado y tomando su mano.

Viserys observa a ambas desde la distancia, pues no era consciente de que la relación entre su prima y su hija se hubiera estrechado tanto.

—Estoy bien, solo... solo me mareé —dice Saera con sus manos en las de Rhaenys.
—Me has preocupado muchísimo. ¿Qué ha pasado ahí?
—No lo sé... Era como si Vhagar... me estuviera llamando... no sé qué ha pasado...
—Vhagar se postró ante ti como si...
—Lo sé... Quizá... No lo sé... No sé qué ha pasado...
—Me alegro de que estés bien.
—Gracias.
—Siento haberte llevado a Pozodragón si no lo hubiera hecho...
—No es culpa tuya, descuida. Tú, ¿estás bien?
—Sí, ahora sí.
—Ve a Marcaderiva si debes partir, estaré bien.
—¿Estás segura?
—Cuanto antes vayas, antes volverás —ríe Saera.
—Tienes razón —ríe Rhaenys. —Si me necesitas. Envía a Laena o Laenor a buscarme.
—Lo haré, descuida.

Ambas se miran durante unos segundos sintiendo el impulso de besar a la otra. Pero saben que no pueden. No con Viserys y los maestres ahí. Por lo que Rhaenys aprieta suavemente la mano de Saera y abandona la habitación.

—¿Te encuentras bien hija?
—Sí, padre. Solo me he mareado.
—Ajá... Quizá debido a tu malestar...
—Sí, seguro que ha sido por eso. Siento haberos preocupado.
—No te disculpes, querida, me alegro de que estés bien.

HEIRESS (Rhaenys Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora