22

376 44 4
                                    

Saera se dirige a su baño y sumerge su cuerpo en la bañera hirviendo. No pasan unos pocos minutos hasta que Rhaenys entra en la habitación, cierra la puerta y se acerca a la heredera.

—Te escuche hablar con Alicent —dice sin preámbulos.
—¿Ahora me espías? —pregunta incrédula.
—¿Es verdad? Lo que dijiste sobre Laena... Que corrió a pedirte ayuda...
—Sí... Me pidió que hablara con el rey. No quería casarse y ya sabes que confiaba en mí... Me dijo que fue idea de su padre...
—Él y su obsesión por el trono —se queja Rhaenys.
—La ayudé. Era una niña. No tenía edad para casarse con alguien como mi padre. Le quiero, pero no soy ciega. Laena era una niña que a penas tenía doce años...
—Te lo agradezco... Lo digo de verdad... Sé que gracias a la anulación de ese matrimonio, los años que vivió... Lo hizo feliz y plena...
—No tienes que dármelas... Rhaenys no me gusta discutir contigo... Es... es una mierda —dice suspirando.
—Está bien —dice Rhaenys. —Hemos diferido en opiniones, es todo.
—Tengo miedo... Estoy muy asustada... Todo está patas arriba. Mañana seré reina y ni si quiera sé dónde están los otros dos hijos de Alicent, Criston Cole y demás miembros que han traicionado a la corona...
—Saera tengo que hablar... —dice Rhaenyra entrando sin llamar. —Perdón... Mejor...
—Da igual... Ya me iba —dice Rhaenys saliendo.

—¿Va todo bien? —pregunta Rhaenyra cuando Rhaenys se va.
—No lo sé —responde Saera saliendo de la bañera y colocándose una bata de seda. —¿Qué pasa?
—Papá está volviéndome loca. He pensado en salir con Syrax y... No lo sé buscarlos a todos...
—O quemarlos...
—Daemon dijo lo mismo...
—Algún día Daemon y yo montaremos nuestros dragones y quemaremos todo el reino —dice haciendo el reír a Rhaenyra. —Sí y después pasearemos entre cenizas y nos haremos armas con los huesos —bromea. —Y para terminar. Reconstruiremos el reino de nuevo. Haciéndolo mejor y más espléndido... Una nueva Valyria...
—Ya os gustaría —ríe.
—Ahora en serio. Se acerca una guerra... Lo único que podemos hacer es estar preparados...
—Mañana serás la reina... Mamá estaría orgullosa...
—Gracias...
—Espero que lo de... Rhaenys... Se solucione...
—Yo también, pero no sé si lo hará del todo mientras esa... Zorra... Esté aquí...
—Papá... y ella no están... Quiero decir... En cuanto te coronen ellos... Acabarán su matrimonio. Papá quiere libertad y... Alejar a Alicent de la corona... Porque sabe que te hace daño...
—¿Haría eso por mí?
—Papá haría lo que fuera por nosotras... Vamos a buscarte un vestido bonito. ¿Vale?

Ambas pasan la tarde entre telas junto a las doncellas que miden, cortan, cosen y perfeccionan el vestido para la coronación de Saera.

Saera se queda contenta con el resultado final del vestido y decide ir a buscar a Rhaenys para enseñárselo. Pero al ir a buscarla a su habitación, esta no está. De hecho, no está por toda la fortaleza, por lo que toma un pasadizo y baja rápidamente hasta la playa. Encontrándola en está paseando junto a Alicent mientras ambas ríen.

—Genial —dice para sí misma y sin ser vista por las dos mujeres vuelve rápidamente a la fortaleza. Al llegar a su habitación, cierra con llave, se quita el vestido y lo lanza sobre el sofá. Toma un cojín, de lo coloca en la cara y grita fuertemente. —Esa zorra acabará con la cordura que me queda...

Saera se desnuda por completo y se mete en la cama. Tras unas horas mirando al techo de sus aposentos, escucha cómo alguien trata de abrir la puerta desde fuera, pero al darse cuenta de que está cerrada, decide tocar.
—¿Saera? —escucha provenir desde la inconfundible voz de Rhaenys. —¿Estás aquí? Soy yo...

Saera se mantiene en silencio, airada y dolida, aunque no es capaz de conocer bien el porqué. Jamás ha sentido esa especie de... celos. Anteriormente. No de ese modo, mucho menos por Alicent.

—¿Saera? —vuelve a preguntar tocando a la puerta. Escucha a la princesa quejarse y también como se aleja. Saera se viste y se marcha por uno de los pasadizos.

—Daemon... —dice entrando al salón donde esté se encuentra solo.
—Saera —dice él recibiéndola. —Tienes una cara de pena...
—Necesito hablar con alguien...
—¿Recurres a tu tío favorito?
—Recurro a mi mejor amigo...
—También me vale —ríe. —Ven. ¿Qué pasa? —precinta haciéndole una señal para que se siente en el sofá junto a él.
—Es Rhaenys... Primero lo de apoyar a esa...
—Esa mala puta... —interrumpe Daemon refiriéndose a Alicent.
—Iba a mostrarle mi vestido para mi coronación y las vi... Paseando juntas por la playa... Iban muy juntas... Reían...
—Quizá recordaban cuando sus hijos se cagaban encima... —dice Daemon.
—No bromeo... No me fío de Alicent.
—A si que estás celosa...
—No son celos... Es solo que...
—Rhaenys te quiere... No es tan cruel como para engañarte con Alicent... O al menos no es tan estupida como para ello... Menos aún sabiendo que será tu consorte...
—¿Tú cómo sabes...
—No lo sabía pero lo supuse... Eres como un libro abierto...
—No está conmigo por el trono.
—No. Pero es un motivo más...
—¿Crees que me quiere por ello? ¿Que todo ha sido un plan?
—No. He visto como te mira... Como se preocupa por ti... Sé que te quiere pero algunas de sus decisiones son estupidas...
—Cómo poner a Alicent bajo su manto de protección... —interrumpe Saera.
—O bajo sus faldas... -ríe Daemon y Saera le pega con fuerza en el hombro.
—No me hace gracia —dice.
—Oh vamos. Era una broma —dice Daemon abrazándola con fuerza.
—Vaya mierda de broma —dice Saera apretada contra su cuerpo.

Es en ese momento en el que Rhaenys, sin ser presenciada por los otros, quienes se ríen aún abrazados, pasa por delante del salón, viéndolos, y continuando hasta sus aposentos sin que noten su presencia.

—Escúchame —dice Daemon al soltar a Saera. —Esa mujer te quiere. De hecho es la única razón por la que no nos hemos desmembrado mutuamente a lomos de nuestros dragones. Tú eres la razón. Te quiere. Saera. De eso debes estar segura.
—Gracias Daemon...
—Para servirte mi reina —dice cuando Saera se levanta.
—Aún no, seré la reina a partir de mañana —ríe Saera. —Es entonces cuando te esclavizaré —bromea.
—Espero verlo —bromea también Daemon.
—Buenas noches Daemon.
—Buenas noches.
—Da buenas noches a Nyra de mi parte cuando vayáis a dormir...
—Lo haré.

HEIRESS (Rhaenys Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora