Una escuela llena de sufrimiento, nadie hacía nada, solo callaban.
Jeong Haneul, una atractiva chica que sufre diariamente bullyng.
—Vamos hermana, no puedes faltar un día más—Dijo su hermano mayor, viendo que esta seguía cabizbaja.
Pero Haneul volvió a negar, sintiendo temor de que todo volviera a suceder.
Temor de que el la volviera a tocar.
—No quiero, hermano. Por favor, no me lleves más a la escuela—Dijo ella sollozando.
Junho negó, acariciando los castaños cabellos de su hermana.
—Hermana, no puedes faltar por una discusión, tienes que afrontarlo tarde o temprano—Dijo el.
Ella negó aterrada de la idea de volver a asistir, volver a ese daño.
—Por favor, prometo limpiar toda la casa, pero no quiero ir—Dijo ella sollozando.
Junho asintió, levantándose del sillón.
—Dime la verdad, hermana. ¿Alguien te hizo daño?—Dijo el.
Haneul levantó su mirada, negando.
—Esto queda entre nosotros, querida.
Volvió a negar tapando sus oídos, no queriendo volver a recordar.
—N-No—Dijo ella.
Junho suspiro frustrado, preocupado por la extraña acción que su hermana tenía.
—Te quedaras aquí, esta bien. Pero por favor, sabes que siempre estaré aquí para ti—Dijo su hermano, acariciando la mejilla de su hermana menor.
Ella sintió levemente, no queriendo seguir hablando.
Junho sospechaba que algo le había sucedido en su escuela, pero no quería seguir presionandola.Acomodó su corbata, volviendo a voltear, viendo a su hermana acurrucada en la cama.
—Pequeña, dejé en la mesa tu desayuno, recuerda tomar tus vitaminas—Dijo para darle un beso en la frente.
Haneul asintió levemente, queriendo cerrar sus ojos para siempre.
—Cualquier cosa llamame, nos vemos—Dijo.
De dirigió a la puerta de salida, viendo cómo su hermana seguía arropada.
No quería dejarla, pero el trabajo llamaba.
Hacerse cargo de su hermana menor es realmente complicado, tener que trabajar duramente para darle un plato de comida, pagar sus estudios, la luz, el agua.
La ropa, el techo, la mayoría de cosas.
Soltó un suspiro, siguiendo su camino.
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Los bravucones reían con la pobre DongEun, ella queriendo escapar.
—Vamos, ya callate estúpida—Dijo YeoJin con burla.
—Hablando de estúpidas, ¿dónde está nuestra estúpida rata?—Dijo HyeJeong con burla.
MyeongGoh soltó una sonrisa llena de burla, volteando a mirar a su amigo.
Este lo fulminó con la mirada, tronando sus huesos.—¿No se habrá quejado con su hermano?—Dijo GyeonNam, poniendo una expresión de susto.
YeoJin soltó un suspiro, rodeando sus ojos con molestia.
—No seas estúpida y guarda silencio, esa maldita rata de estudio no se quejará con nadie—Dijo ella, acomodando sus cabellos.