O9

1.4K 145 1
                                    

Haneul entró al departamento de JaeJoon, cuando abrió la puerta pudo ver a su pequeña dibujando en su pequeño cuaderno.

Cuando Soomin escucho el sonido de la puerta abrirse, esta levanto la mirada.

Cuando vio a su madre, corrió hacia ella teniendo lágrimas en los ojos.

—Mamá, te extrañé—Decía la menor sollozando.

Haneul sollozó abrazando a su pequeña, teniéndola en brazos no queriendo soltarla.

—Papá no está mamá, llévame contigo—Decía la menor.

Haneul carraspeo, separándose de su pequeña.

—Mi niña, ¿Tu quieres que papá y yo estemos juntos? —Dijo la madre.

Haneul quiere asesinarlo, solo lo haría para el plan.

Los ojos de su pequeña se iluminaron al escuchar lo que su madre dijo.

—¿Volverán? ¿Estarán juntos como los padres de mis amigos?—Decía la menor, ilusionada.

Pero la menor no sabía, sólo quería que ellos estuvieran juntos sin saber.

—Si, sólo esperemos a tu padre—Dijo la madre.

Ya lo tenía todo planeado, todo saldría muy bien si ese imbéciles se ilusiona.

—Papá siempre viene en la noche, no tardará—Decía la menor.

La menor suspiró, bajando la mirada. Haneul vio lo que la menor hizo, acarició los castaños cabellos de su hija, preocupada.

—Yo quiero que estén juntos, pero recordé todo el daño que papá te hizo—Dijo la menor—¿Por qué papá no es igual que el señor Ha?—Decía la menor en un susurro audible.

Haneul al escuchar el apellido de esa persona que tanto la encanta, soltó un suspiro.

—Siento rencor hacia papá, por su culpa tu no fuiste feliz—Decía la menor sollozando—Vi que el te lastimó, mami no quiero que te vuelva a lastimar—Decía la menor abrazando a su madre.

Haneul abrazó a su hija, sollozando. Por la culpa de ese infeliz, su hija tenía traumas, rencor, odio.

—Mi niña, te diré algo, esto quedará entre nosotras—Decía.

La menor asintió, limpiando sus lágrimas.

—En unas semanas te irás conmigo, no volverás a ver a tu padre—Dijo.

La menor frunció el ceño, asintió a lo que dijo.

—Pero el té lastimará—Decía la menor.

—Ya no más, cariño. Pasará una desgracia, manchará el apellido Jeon. Pero tu y yo estaremos limpias, te lo aseguro. Su nombre y apellido estarán manchados, nosotras seremos las víctimas—Decía.

—Haré que tu padre pague por todo el daño, seremos libres—Volvió a decir la madre.

Y por primera vez, Soomin tuvo fe.

.

.

Tiempo atrás.

Narra Soomin.

Mi madre y mi padre se habían separado, él había lastimado a mamá.

Cuando ella se fue, papá rompió todo, se lastimó a él mismo al romper sus botellas de vino.

Mi corazón latía con rapidez, las manos de mi padre sangraban.

—¡Maldita perra!—Gritaba mi padre, rojo de la furia.

Fui hacia mi habitación, sintiendo lágrimas correr por mi rostro. Tenía miedo, me sentía sola y expuesta.

Papá es cruel, papá jugaba a ser un buen hombre cuando en realidad es un monstruo.

Papá alguna vez me dijo que me pretogeria de los malvados, pero el era uno.

Los días pasaban, papá no me hablaba a menos para decirme cual era mi calificación.

—¿Que es esto?—Dijo el, mirando mi libreta de calificación.

El miedo se apoderó de mi.

—S-Son mis calificaciones—Dije en un susurro audible.

El lanzó el cartón de calificaciones hacia un lado, agarrandome con fuerza el ante brazo.

Lágrimas salieron, grité del dolor queriendo sacarme del agarre de mi padre.

El al entrar razón, me soltó con rapidez.

Me aparte, dando pasos atrás mientras sollozaba.

—Perdón—Dijo el, viendo cómo mi ante brazo estaba rojo.

La decepción, la primera decepción.

Dos días habian pasado, estaba en la mesilla de la sala estudiando.

Sentí la puerta abrirse, allí vi a mi padre junto a una mujer.

—HyeJeong, no hagas ruido—Decía mi padre.

Pero al verme hizo una mueca.

—¿Quién es esta princesita?—Dijo ella caminando hacia mí.

La fulminé con mi mirada, haciendo que esta manteniera distancia.

—Soomin, ve a tu habitación—Dijo mi padre, manteniendo su semblante serio.

Fruncí el ceño, bajando mi mirada a mis libros.

—Estoy estudiando, papá—Dije.

El soltó un suspiro.

—¿Que color vez?—Dijo HyeJeong con burla.

Vi el color verde, mis compañeras siempre dijeron que el sol es amarillo, pero solo puedo ver el sol verde.

—Verde—Dije en un susurro audible.

HyeJeong soltó una sonrisa burlona, mi padre agarro con fuerza su ante brazo.

—Soomin, largo a tu habitación—Dijo mi padre mirándome con seriedad.

Asentí levemente, agarre mis libros con cuidado.

—No quiero que salgas de tu habitación hasta que te diga, obedece si no quieres que... —Dijo—Solo obedece—Dijo.

Asentí levemente corriendo hacia mí habitación.

Minutos pasaban, escuchaba ruidos afuera pero mi padre me había dicho que no podía salir.

No había almorzado, la señora de la cocina no había asistido hoy.

Mi estómago suena, muero de hambre, había recordado que papá había comprado galletas.

Abrí con lentitud la puerta, salí con cuidado, no quise voltear cuando saque mis galletas, corrí hacia mi habitación. Pero en el transcurso, mis galletas se habían caído al suelo.

Mi padre prendió la luz de la sala, encontrándome con la misma chica y el, sin ropa.

Con rapidez agarré mi galleta, corriendo hacia mi habitación, encerrandome con llave.

¿Ellos?

The glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora