Soomin yacía comiendo el caramelo que el maestro Chu le había dado.
—¿Te gustaría que te tome fotografías?—Dijo el.
Soomin fijó su mirada en el, asintiendo felizmente. ¿Acaso su sueño de ser actriz se convertiría?
—¿¡Seré actriz!?—Dijo la menor.
El maestro Chu sonrió con malicia asintiendo.
—Solo debes de actuar como si estuvieras cantando, súbete a la mesa—Dijo.
La menor asintió subiéndose a la mesa, saltando y comenzando a cantar las canciones de la hora de dormir.
El maestro Chu bajaba la cámara tomando fotografías comprometedoras.
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Soomin caminaba sonriendo, le había rogado a su madre que de la escuela la dejara ir al parque de golosinas.
Haneul la había llevado, viendo como su hija corría mientras agarraba las golosinas.
Su sonrisa se borró al ver cómo JaeJoon estaba a unos metros de ellas.
El se acercó, sentándose al lado de Haneul.
—¿Que carajos haces aquí, infeliz?—Decía Haneul, mirando hacia el frente.
JaeJoon fingió una sonrisa.
—¿Se te olvida que es mi hija? Firmamos el divorcio, pero eso no quiere decir que Soomin deje de ser mi hija—Dijo el mirandola con rencor.
Ella soltó una sonrisa amarga.
—¿Por qué de la nada actúas cómo si fueras un buen padre?—Dijo ella con burla—¿Que creíste que mi hija no me contaría que la golpeaste y gritaste? Preferiste a una zorra que a tu hija, carajo—Dijo con furia.
JaeJoon se contenía.
—Quiero remediar eso, también es mi hija—Dijo.
—No tienes que hablar por ti mismo, imbécil. ¿Crees que ella quiere verte después de todo? Soomin tiene un gran rencor hacia ti, si no quiere verte entonces no dejaré que la veas—Dijo Haneul con seriedad.
El volteó a verla, apretando sus dientes.
—¿Dejas que vea a un idiota que ni siquiera es su padre y a mí no? Yo soy el padre de Soomin, no ese idiota—Dijo el.
Ella volteó verlo, mirándolo con seriedad.
—El sería mejor padre que tu—Dijo ella.
El negó soltando una risa amarga.
—Soomin es mi hija, la veré las veces que quiera—Dijo con brusquedad.
Haneul quería golpearlo, así como esa vez.
Soomin corrió hacia ella, sin siquiera notar la presencia de JaeJoon.
—Mamá, mira lo que me gané en ese juego—Decía la menor, con una sonrisa radiante.
Haneul atrajo a su hija, alejandola de JaeJoon.
La menor frunció el ceño, su cuerpo se tensó al ver a su padre allí.
—No lastimes a mamá—Decía la menor, temblando.
Haneul se levantó del asiento, manteniendo distancia.
—JaeJoon, vete que estas asustando a Soomin—Dijo Haneul con seriedad.
El negó, mirando a Soomin.
—Cariño, se que no fui un buen padre para ti, no di los ejemplos que un padre debe de dar; no quiero que pienses que no te quiero. Hija, perdón por todo—Dijo el, mirándola con suavidad.
La menor se puso detrás de su madre, no queriendo verlo.
—Te lo vuelvo a repetir, vete que estas asustando a Soomin—Dijo Haneul con firmeza.
JaeJoon negó.
—¿Quieres pasar momentos de padre e hija? Quiero remediar todo, carilo. Por favor, perdona a papá—Dijo el.
La menor tenía temor.
—Papá, tú eres una mala persona—Decía la menor.
JaeJoon negó, intentando acercarse, pero Haneul negó.
—Por favor, juro que no seré el mismo. Perdoname, cariño. Perdoname por todo el daño que te hice—Decía el.
Soomin levantó su mirada, avanzando un paso.
—No te acercarás a mamá, no me gritarás, no quiero que seas mala persona—Decía la menor.
JaeJoon asintió con rapidez.
Soomin sintió felicidad, siempre deseo que su padre la quisiera, que su padre fuera bueno.
Una hija, a pesar del daño de sus padres, siempre perdona.
Los padres golpean y gritan, se alejan, pero tú aún así lo perdonas porque quieres a tu padre a pesar del daño.Soomin aún no comprendía muy bien las cosas, ella pensaba que con un perdón se solucionaba todo. Pero los traumas seguían a pie.
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Días habían pasado, JaeJoon iba a todos lados con su hija, pero aún así quería recuperar a su segunda hija, su Yesol.
—Papá, de grande seré una gran actriz—Decía la menor, que yacía caminando mientras saltaba.
El mayor sonreía al verla, estaba arrepentido del trato que antes le daba, de lo que había dicho sobre su hija.
JaeJoon no podría odiar o no querer a Soomin, esa niña que a pesar de que la trató mal sigue alumbrando sus días.
—Seré tan reconocida que podré conocer a los señores gatos—Decía la menor con ilusion.
El padre soltó una pequeña risa, la caricatura que su hija ve es la familia gato.
Eso no lo sabía, lo escucho de Haneul.
—Cuando los conozcas podrás pedir sus firmas—Decía el mayor.
La menor asintió, la menor no viendo muy bien los colores del semaforo se adelantó corriendo.
Pero antes de que pudiera llegar a cruzar, JaeJoon agarro el ante brazo de la menor haciendo que esta parara.
El miedo se posó en ella, mirándolo con temor.
—¡No Soomin, no se cruza cuando los carros pasan!—Decía el, hablando fuertemente.
La menor bajó la mirada, su padre había roto una promesa.
JaeJoon al ver la expresión se su hija se culpó, la abrazó.
—No fue mi intención gritarte, solo me preocupaste—Decía el, quitando las lágrimas del rostro de la menor.
Vaya, que buen padre.
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N/A
Tengo que admitir que odio a JaeJoon, Sara, MyeonGoh y a todos los malos.JaeJoon, ojalá te atropellen muchos carros y sigas vivo para que sigas sufriendo los atropellos.
Bien, me desquité, lo tenía guardado.
Gracias por leer, en unas horas subiré el siguiente capítulo.No se olviden de comentar y votar, tengan bonita noche!!!
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