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Haneul vio como JaeJoon despertaba, esta lo miraba.

—¿Que me hiciste, Haneul?—Dijo el, mirándola.

Está sonrió acariciando la mejilla de este.

—¿Todos los "te amo" eran mentira?—Dijo ella—Dijiste que me amabas pero aun así casi me asesinas—Dijo ella.

El negó con terror.

—Yo t-te amo, Haneul—Dijo el.

Ella negó apretando las mejillas de este.

—Si me amaras nunca me hubieras lastimado, ¿por qué lo hiciste?—Dijo ella, soltando débiles lágrimas—¿Por qué decías que me amabas? Abusaste de mi una y otra vez, me obligaste a casarme contigo, después de Soomin, perdí a nuestro hijo por tu culpa—Dijo ella sollozando.

JaeJoon lo recordaba muy bien, negando mientras trataba de levantarse.

—¡Tu me arrebataste mi vida!—Gritaba ella sacando el fierro del fuego—¡Tu me arrebataste mi libertad!—Gritaba sollozando.

JaeJoon negó arrastrándose lejos de ella.

—¿Que nunca sentiste piedad de mí? Te rogué muchas veces que todo lo que me hacías dolía, tu me robaste mi vida—Dijo ella poniendo el fierro en el brazo de JaeJoon.

Este soltó un grito desgarrador.

—Nunca escucharon los gritos de DongEun, nunca escucharon mis gritos.. Nadie escuchara los tuyos, ni siquiera yo—Dijo ella apretando el fierro hirviendo a su piel.

—Por favor ya dejame, juro que no me acercaré a ti—Decía el débilmente.

Ella negó dando una calada al cigarro.

—Tu nunca me amaste, solo amaste a Yeojin, y a pesar de eso ella te dejó y oculto a tu hija—Dijo ella.

El negó arrastrándose.

—¿Duele? Espero que sientas todo lo que nosotras sentimos—Dije poniendo el fierro hirviendo en su abdomen.

.

.

Tiempo atrás.

Haneul yacía comiendo sus bombones derretidos, mirando como la nieve caía.

Su mejor amiga se había marchado, no sin antes prometerle que volvería.

Haneul le creyó, confiando en la palabra de su mejor amiga.

Sintió un empujón, haciendola caer al suelo. Vio su bombón caerse en la nieve, haciendo que la menor mirara con tristeza.

—Pero miren a quien tenemos aquí—Decía Yeojin mirándola con desprecio.

La menor se levantó con rapidez, intentando escapar de ella. Pero Yeojin agarro con firmeza el cabello de Haneul, haciendo que esta soltara un sollozo.

—Miren, te copio tus prendas—Decía la chica que grababa todo.

Haneul negó sollozando.

Yeojin rompió la ropa de Haneul haciendo que esta sollozara.

—¿Te crees lista?—Dijo Yeojin empujandola en la nieve.

Haneul intentaba cubriste, pero Yeojin le dio un fuerte golpe en la mejilla.

—Dame el cigarrillo—Le dijo Yeojin.

Yo negué sollozando.

Vaya mierda.

.

.

Soomin salió del salón de clases, es la hora de ir a jugar.
Corría junto a Yesol, ambas agarradas de la mano hasta llegar a los columpios.

—¡Aprendí un nuevo truco, Yesol!—Gritaba Soomin emocionada.

Yesol la miró con curiosidad—Oye, prometiste esperarme hasta seguir los trucos, no es justo—Decía Yesol haciendo un puchero.

Soomin la abrazó—Este será el último que me aprenda, lo prometo—Dijo la menor alzando su dedo meñique.

Yesol asintió, viendo a Soomin que se subía a los columpios.

Soomin estaba tan centrada que no pudo percibir su pie enredarse.

—¡Soomin se caerá!—Dijo un compañero señalando a la menor.

Soomin miraba todo con susto, se soltó del columpio cayendo al suelo.

Yesol corrió hacia Soomin, viendo que está sollozaba.

—Me duele mucho—Decía sollozando.

Yesol miró a sus compañeros, allí vio a un maestro acercarse.

—¿Que sucedió?—Dijo el maestro Chu exaltado.

La menor dio dos pasos hacia atrás.

—Soomin estaba haciendo juegos en el columpio, se resbaló y cayó—Dijo la menor asustada.

El mayor cargo a la menor, quien yacía sollozando.

—No vuelvan a jugar de esa forma, niñas—Dijo fingiendo una sonrisa.

En otra parte.

DongEun yacía firmando unos papeles, revisando los exámenes. Por los pasillos vio pasar al maestro Chu con una alumna en brazos.

Se sobresaltó, levantándose. Pero otro maestro frunció el ceño.

—No puede irse en horas de trabajo—Decía el maestro mirándola serio.

DongEun frunció el ceño.

—Tengo un asunto pendiente—Dijo, pero el maestro se levantó.

—¿Asunto pendiente? Primero está la educación de los niños, luego ya sus asuntitos—Dijo el maestro mirándola con seriedad.

DongEun quiso asesinarlo.

...

—Debe tener esta bandita, ya le desinfecté su herida—Dijo la enfermera.

Está le iba a poner la curita en la herida, pero el maestro agarro la mano de la enfermera.

—Déjeme ponerlo yo—Dijo fingiendo una sonrisa.

La enfermera asintió, iba a hablar pero su celular empezó a sonar.

—Discúlpeme, vuelvo en un momento—Decía, saliendo.

Soomin yacía con un puchero en el rostro, cabizbaja.

El maestro Chu acarició las piernas de la menor, Soomin levantó su rostro.

—No dolerá—Dijo el.

Soomin tenía miedo, el maestro Chu le da mucho temor.

Le coloco la curita en la rodilla, levantó su vista viendo a la menor que yacía asustada.

—¿Sigue doliendo?—Dijo el acariciando la mejilla de la menor.

Soomin comenzó a temblar del miedo, el maestro la estaba asustando, él maestro la incomoda.

Pero la enfermera entró, haciendo que este se separara con rapidez de la menor.

—La llevaré a su salón de clases—Dijo el, bajandola de la camilla.

La menor no quería ir con el.

Cuando el iba a tomar la mano de este, ella salió corriendo.

Soomin corría sin mirar atrás, corría hacia su salón de clases.

Pero podía sentir los pasos de él maestro siguiéndola.

Con rapidez abrió la puerta del salón de clases, haciendo sobre saltar al maestro y a la maestra Moon.

A su detrás corría el maestro Chu.

DongEun frunció el ceño acercándose a la menor, viendo con seriedad al maestro Chu.

¿A caso ese infeliz le había dañado a Soomin?

The glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora