JaeJoon había llevado a su hija con el a cenar a un restaurante, ella miraba todo con curiosidad.
Llamada entrante: Haneul.
Sabía lo que se le venía, no le había avisado que llevaría a Soomin a cenar.
A regañadientes contestó.
—Cariño, ve eligiendo la mesa que quieres—Decía JaeJoon.
La menor asintió con una sonrisa, corriendo a elegir una mesa.
—¿Que es lo que quieres?—Dijo el con brusquedad.
—¡No te puedes llevar a mi hija de esa forma! ¡Regresala a mi departamento!—Gritó Haneul.
JaeJoon se tocó su frente, no queriendo soltar malas palabras por la promesa que le había hecho a su hija.
—Haneul, estoy con mi hija, no puedo discutir—Dijo el apretando los dientes.
—¿A qué hora la traseras? Maldito irresponsable, mi hija tiene escuela—Dijo Haneul completamente enojada.
JaeJoon apretó sus puños.
—¿Crees que no lo sé? Mandare a mí chófer para que le entregues el uniforme de la escuela, mañana por la tarde te llevaré a la pequeña a tu departamento—Dijo el controlandose.
Haneul quería desaparecerlo.
—Me entero que le hiciste algo y juro que de esta no duras—dijo para colgar.
JaeJoon apretó el celular, queriendo mandarla al carajo.
Pero recordó que había mandado a su pequeña a elegir la mesa.Frunció el ceño al ver cómo un hombre retenía a su hija.
—Niña ya dije que no podías entrar, no hacemos caridad—Decía.
Pero la menor vestía de ropas que valían más que la vida de ese hombre.
—Mi papá me dijo que eligiera la mesa—Decía la menor sollozando.
El hombre negó, agarrando del brazo a la menor.
—Niña, me estas espantando a los clientes. Ya dije que no hacemos obras de caridad, oh claro, ¿te perdiste? ¿Cómo se llama tu padre?—Dijo.
El hombre ahora sería rescatador, que desgracia—Dijo a sus adentros.
—Mi padre se llama Jeon JaeJoon—Decía la menor.
Ese hombre seguramente sería trabajador nuevo.
—Mocosa, ve a decir bromas a otra parte, largo de mi local—Dijo.
JaeJoon avanzó, posicionándose al lado de su hija.
El hombre al ver las costosas ropas que el vestía hizo una revencia.
—¿Que haces reteniendo a mi hija?—Dijo con seriedad.
Al hombre se le bajó la presión al escucharlo hablar, bajó la mirada viendo como la menor lo veía.
—S-Señor Jeon, yo no sabía—Dijo nervioso.
JaeJoon iba a decir una grosería, pero recordó la promesa que le había hecho a su hija.
—Hija, escoge la mesa que quieras—Dijo.
La menor asintió corriendo a escoger una mesa.
—Atiende bien a tus últimos clientes, porque haré que te despidan—Dijo para encaminarse a la mesa que su hija había elegido.
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La menor yacía viendo sus caricaturas mientras comía el caramelo que su padre la había dado.