Horas habían pasado, ya eran las diez de la noche. Soomin estaba durmiendo plácidamente, soñando en unicornios.
Haneul había salido, se sentía ahogada.
Miraba sus manos, leves moretones en los puños hacían sobre salir su piel blanquecina.Dando soebidos a su café tibio, mirando la luna llena.
—Nos volvemos a encontrar, Haneul—Dijo una voz a sus espaldas.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, volteando con lentitud.
Yeojin hacia allí, mirándola con neutralidad.
—¿Te parece decente meterte con casados? Pequeña perra—Dijo ella dando pasos hacia Haneul.
Pero Haneul no retrocedía, simplemente soltaba una sonrisa burlona.
—No me intimidas, querida—Dijo ella fingiendo una sonrisa.
Yeojin frunció el ceño, agarrando con fuerza en ante brazo de Haneul.
—No te metas con lo que es mío, Haneul—Dijo ella apretando aun más el agarre.
Haneul soltó una sonora carcajada.
—Yeojin, ¿marcando territorio?—Dijo ella con burla—Pero, lo tuyo me busca, lo tuyo me desea—Dijo lo último en un susurro audible.
Yeojin alzó su mano queriendo golpear la mejilla de Haneul, pero esta la paró agarrando con firmeza la muñeca de Yeojin.
—¿Quisiste golpearme?—Dijo con burla—Esto sería un verdadero golpe, zorra—Dijo propinandole una fuerte cachetada.
Yeojin se tambaleó, volteando a ver con furia a Haneul.
—Los roles intercambiaron, querida. Te advierto una cosa, procura preocuparte de que el padre de tu hija no te la quite.. Digo, cierto perrito está que busca quitarte a tu hija—Dijo burlesca.
Yeojin frunció el ceño.
—¿Te comió la lengua el ratón, querida? Es una pena, me hacían gracia tus palabras—Dijo haciendo un puchero.
Haneul miró su reloj.
—Es hora de irme, tengo mejores cosas que haces que hablar con alguien.. Con alguien como tú—Dijo lanzandole un beso volado.
Yeojin sentía la ira carcomerla.
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Yeojin llegó a su casa, de metió a bañar, sintiendo su ira crecer más y más.
Salió de la ducha, la bata de baño cubriendo su cuerpo. Allí lo vio, vio a su esposo mirándose al espejo con seriedad mientras quitaba sus relojes.
—¿Cayendo tan bajo? Meterte con esa.. Metiendote con tu "amiga—Dijo ella mirándolo con furia.
El volteó a mirar, caminando a su lado, ignorando la presencia de esta.
—¡Respondeme!—Gritó ella.
El volteó a verla exaltado.
Clara pelea, pronto divorcio, vayas noticias.
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—Ya nos vio a las dos, se que esa perra trama algo—Dijo Haneul, frunciendo el ceño.
DongEun asintió, estaba pensando en todas las jugadas que daría.
La vibracion en su celular la hizo sobre saltar, viendo que cierto chico la está llamando.Haneul vio el nombre del chico, sonrió con picardia.
—Vaya DongEun, contesta—Dijo la mayor alzando sus cejas.
DongEun la miró, por dentro yacía avergonzada.
—Yah, te daré privacidad. Mientras iré a comprar café para las dos, no te muevas de aquí—Dijo Haneul para marcharse.
Haneul caminaba con tranquilidad mientras veía a que cafetería podría entrar.
Sonrió al ver a cierto chico bajar de la camioneta, caminó o bueno, corrió hacia el. Tocó su hombro haciendo llamar su atención de este.
—Nos volvemos a encontrar—Decía Haneul.
El acarició la mejilla de esta, abrazandola haciendo que esta frunciera el ceño, correspondiendo al abrazo.
Cuando se separaron el la admiró, admiró la belleza que Haneul desprendía.
—¿Que sucede?—Dijo ella acariciando la mejilla de él hombre.
Este agarró las manos de la mujer—No es bueno hablar en la calle, se que sientes frío.. Hay que entrar a una cafetería, yo invito—Dijo el.
Se quitó el abrigo, poniéndoselo a Haneul.
Vaya caballerosidad.
Cuando ambos se sentaron en los asientos de pues de haber pedido los café, este empezó a hablar.
—Yejin sabe de nosotros, no me arrepiento—Dijo el.
Haneul sonrió a sus adentros, nuevamente había ganado.
—Ella oculta muchas cosas, no podía amar a alguien que no era mía, a alguien que miente—Dijo.
Bueno, aquel hombre sabe la mayoría de cosas de Haneul.. ¿Cierto?
—¿No la amas?—Dijo ella acariciando la mano de Doyeong.
Este negó, mirándola.
—Te amo a ti, sabes que desde que te conocí lo hice—Dijo.
Y había ganado, el doble.
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Haneul yacía llevando a su hija a la escuela, pero esta de la nada paro su caminar.
--¿Qué sucede cariño?.-Dijo la mayor, viendo a su hija nerviosa.
La menor levanto su mirar, viendo s u madre.
--Mami, ¿es bueno que la presencia de un maestro me incomode?.-Dijo la menor, cabizbaja.
Haneul frunció el ceño, su corazón latió con rapidez, ¿ese maestro le había hecho daño?
--¿Te hizo daño?.-Dijo con rapidez, revidando a su hija.
La menor negó.
--Mami, tu dijiste que si alguien toca mis piernas es malo.-Dijo ella en un susurro.
Haneul sintió fallecer al escuchar a su hija decir eso, el pánico se adueño de ella.
--Dios mío, Soomin. ¿¡Cuando fue eso!?.-Dijo alarmada.
Pero de pronto vio al maestro Chu a la detrás de su madre, golpeándola.
Abrió sus ojos, sintiendo el sudor en su frente, su respiración acelerada. Fue corriendo hacia la habitación de su madre, viendo que esta yacía cepillando su cabello.
--Veo que madrugaste, cariño.-Dijo la madre, besando la mejilla de la menor.
Soomin quiso decirle, pero tuvo miedo a que el hiciera daño como lo hizo su padre con su madre, tenia miedo que el maestro Chu la lastimara.
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Soomin no quería salir de su salón de clases, sentía mucho miedo.
--Vamos Soomin, juguemos.-Dijo Yesol, saltando mientras sostenía su muñeca de peluche.
Soomin negó, cabizbaja.
--No quiero jugar afuera, mejor quedémonos aquí.-Dijo Soomin soltando una pequeña sonrisa.
Yesol asintió, extendiéndole un peluche.
Soomin de nuevo la habían dañado..