Limerencia || Rafe Cameron

14

Elara

Rafe sonrió en cuanto me acerqué a él. Había venido a por mí con el coche de Ward y tenía la ventanilla del copiloto bajada, desde donde podía verme. Entré en el coche y le sonreí de vuelta, tratando de disimular que no me encontraba del todo bien para ir a una fiesta. No quería aborrecerle contándole mis problemas familiares, pese a confiar en él. No quería arruinar su noche.

—Hola— me dio un corto beso en los labios—. Estás preciosa.

—Gracias— respondí con una pequeña risita nerviosa.

—Tranquila— dijo mientras arrancaba, posando una de sus manos sobre mi pierna—. Todo irá bien, es solo una fiesta. No tienes que preocuparte.

Asentí con la cabeza. Durante el camino en coche pude relajarme bastante con Rafe, tras la tensa conversación con mi madre. Él sabía cómo hacerme reír. No le comenté nada sobre mis padres, sentía que si hablaba sobre el tema me echaría a llorar en ese instante. Ver a mis padres tan decaídos, sin duda, era una de las cosas más difíciles del duelo. Y daba verdadero pesar pensar que llevábamos años así.

Cuando llegamos a la fiesta, el primero que nos saludó fue Topper. Llevaba el pelo peinando hacia un lado a la perfección y vestía con un polo rojo de Ralph Lauren y unos pantalones caquis. Desde que vi a Rafe inhalando cocaína con él, me daba miedo que estando juntos perdiesen la cabeza y lo volviesen a hacer. Debía controlarlos un poco a los dos esa noche.

—¿Qué tal estás, Elara?— me preguntó—. Las fiestas Kook son mucho mejores que las Pogue, ¿verdad?

—Um... sí, creo. Todavía no he disfrutado mucho de la noche— me encogí de hombros.

—Cierto, necesitas un trago— me señaló con su dedo índice—. ¿Me la puedo llevar, Cameron?— le preguntó a Rafe a la par que me pasaba un brazo por los hombros.

Rafe asintió con una sonrisa. Le dediqué una mirada confusa. No quería separarme de Rafe.

—No, yo...— agarré el brazo de mi novio—. Quiero estar contigo.

—Tranquila, El— acarició mi mejilla—. Yo estaré por aquí, Topper te enseñará la casa y te preparará una bebida. Luego volveremos a estar juntos.

Y no me dio tiempo a decir nada más ya que Topper me arrastró junto a él. No tenía pensado que la noche fuese así en absoluto, pensaba que estaríamos juntos los dos, no así. En ese momento lo único que quería realmente era volver a casa.

—Kelce quiere hablar con Rafe— dijo Topper al notar mi incomodidad—. Por eso los dejamos solos.

—Oh. De acuerdo.

Topper se escurría entre las personas junto a mí. Recibíamos alguna que otra mirada intrigante, hacía no mucho desde que él y Sarah lo dejaron y en ese momento parecía que él fuese mi pareja en vez de Rafe.
Nos adentramos en la gran cocina de la casa, donde estaba todo el alcohol al alcance de los invitados en la isleta. El rubio no tardó en agarrar dos vasos rojos y llenarlos con hielo.