1 - Lo que nos dice el horóscopo , parte 1

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- ¿Por qué estas cosas siempre tienen que estar escondidas en lugares así? Parece que las cuevas tenebrosas y misteriosas son los lugares ideales para guardar cosas. - dijo un niño que parecía tener alrededor de 11 o 12 años sosteniendo una linterna en su mano derecha. Su cabello era rubio e iba vestido con una remera amarilla y un pantalón blanco, junto con ésas zapatillas que tenían luces en sus partes traseras.

- Tu sólo te quejas, agradece que ahora va a empezar una gran aventura. - le reprimio una niña que parecía de su misma edad y compartía un gran parecido físico con el. También era rubia y vestía de una manera similar.

El niño rubio se quedó callado y siguió iluminando con su linterna el camino de la extraña cueva en donde se encontraban. Era bastante evidente que algo estaban buscando.

Siguieron caminando en línea recta por varios minutos más fijándose e inspeccionando cada rincón del lugar, aún sin encontrar nada.

- Descansemos algún ratito al menos, hace tiempo que estamos aquí. - dijo el niño rubio sentándose en el suelo y prendiendo un pequeño farol que saco de su mochila para iluminar más el lugar.

- Bien, pero nuestra jefa se enojara. - la niña también se sentó y abrió también su pequeña mochila ya que traían algo para comer.

- Deja de llamarla así, es como una hermana para nosotros. - dijo el niño algo enojado para después empezar a beber una botella de gaseosa.

- Pero sabes que todavía no puedo de verla de esa forma...

Ambos se quedaron callados comiendo lo que habían traído, pero también seguían mirando alrededor a ver si encontraban algo, con ayuda de ese pequeño farol que lograba iluminar bastante.

- Bueno, sigamos. - dijo la niña levantándose.

- Diablos, aún es muy pronto. - se quejó infantilmente el rubio.

Los pequeños niños siguieron caminando por esa caverna, luego de varios minutos, llegaron hasta una parte que parecía no tener salida.

- Que extraño, la cueva no debería terminar aquí. - dijo la niña confundida.

- Genial, solo eso faltaba, que este sea el lugar equivocado. - se quejo el niño. - Estuvimos caminando en este sombrío lugar por horas para nada.

Molesto, el niño le pego una patada a una de las paredes de roca del lugar.

Pero para sorpresa de ambos, aquella pared comenzo a derrumbarse poco a poco, dejando a la vista una especie de habitación secreta.

- Porfin serviste para algo que no sea quejarte. - dijo la niña cruzando el agujero que se había formado en la pared para entrar en esa "habitación". El niño la siguio.

Una vez ahí y con ayuda de la linterna, empezaron a buscar la cosa por la cuál habían ido alli. No fue muy difícil, porque esa cosa estaba encima de una pequeña columna en medio de la habitación.

Se trataba de una caja que se veia bastante antigua.

- Pfff, era obvio. - dijo el niño acercándose a la caja pensando en abrirla.

- Deja que yo lo haga, así no lo arruinas. - lo interrumpió la niña.

Los seguros de la caja fueron quitados muy fácilmente por la niña. Ya estaba preparada para eso.

Al abrirla, ambos vieron lo que estaban buscando.

En el interior de la caja había 11 pequeños medallones color plateado, cada uno de ellos tenía un símbolo distinto. Estaban acomodados uno al lado del otro, todos ocupando un espacio, pero uno de esos espacios estaba vacío, dando a entender que faltaba un medallón mas y que deberían ser 12. Pero ellos no se preocuparon por eso porque ya sabían quién tenía el medallón que faltaba.

Power Rangers : Fuerza del HoróscopoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora