Power Rangers : Fuerza del Horóscopo

10 - La Inauguración

Nuevamente, la reina Daerys se encontraba dentro de su cámara de recuperación. Tenía los ojos cerrados ya que estaba durmiendo.

- Dije que esto pasaría. - se quejó Sazka caminando nervioso por toda la nave Sombra. - Al salir de la cámara de recuperación con sólo el 40% de su fuerza, el poder de la reina volvió a descender y está al 20 %, tardará mucho más en recuperarse.

- Se retrasaran más las cosas. - dijo Xuty.

- Esto no es nada favorable. - habló también Ezxion.

Los tres generales callaron al escuchar la leve risa de Daerys, ella había despertado.

- ¿Se encuentra bien reina nuestra? - preguntó preocupado Sazka.

- Claro... que... si... - susurró Daerys tosiendo y riendo a la vez.- los rangers son personas interesantes.

- Debes descansar reina nuestra, usted se encuentra muy débil. - dijo Ezxion.

- Por ahora, sólo por ahora, quiero que preperaren el dispositivo para que al menos pueda moverme fuera de este maldito contenedor. - ordenó Daerys.

- Si, reina nuestra. - contestaron los tres generales a la vez.

(-)

- Ahora abuelo, toma tu medicina.

- Claro que no Jonathan, eso tiene sabor a comida de perro.

Hacía ya varios minutos que la discusión era la misma.

Jonathan trataba de darle su medicina semanal a su abuelo Charlie, pero el hombre mayor siempre hacía berrinches como si fuera un niño pequeño.

- Ustedes dos siempre con la misma discusión, toma tu medicina de una vez papa. - dijo la madre de Jonathan observando divertida la situación. - y tu hijo, creo que llegas tarde a tu servicio comunitario que no estas obligado a hacer pero que de todas formas haces.

- No puedo evitarlo mamá. - sonrió Jonathan.

- Antes de que te vayas niño, alcanzame el periódico que yo no me puedo levantar. - ordenó su abuelo Charlie acostado en el sillón de la sala. - quiero leer mi horóscopo semanal.

- ¿85 años y sigues creyendo en el horóscopo papá? - rió la madre de Jonathan.

- El horóscopo es más real que los discursos de los políticos. - contestó el anciano. - ahora alcanzamelo Jonathan.

Sonriendo, Jonathan obedeció a su abuelo para después despedirse de él y de su madre, preparar sus cosas y marcharse de su casa.

Lo primero de ese día para él era ayudar a sacar la gran cantidad de basura que había en las calles de la ciudad, cosa que hizo con gusto junto a otras personas que también hacían servicio comunitario por voluntad propia.

Lo segundo fue entregar unos juguetes a varios niños del hospital de la ciudad.

Y finalmente, lo tercero fue dar una fiesta sorpresa por el cumpleaños de un niño de una familia de bajos recursos.

- ¡Lo felíz que estaba el niño! - dijo una chica de pelo castaño largo que también era parte del servicio al terminar todo el evento

- Hacer esto da una sensación increíble. - agregó otro joven de cabello teñido de gris.

- Ojalá más gente nos ayudara. - dijo otra chica de pelo rubio.

- Eso sería muy bueno, también... - Jonathan dejó de hablar al ver la hora en su celular. - tengo que irme ahora, serán los últimos preparativos para la inauguración de la pizzería.