49.- Es amor

2.4K 196 29
                                    

Dove

Debería estar durmiendo.

Son las cuatro de la mañana, hoy tengo esa fiesta a la que Gabriel me pidió ir y en la que tratar con elitistas mayormente blancos supone un esfuerzo básicamente sobrehumano, por eso tengo que estar con energía para sobrevivir a ese martirio.

Sin embargo, no puedo dormir, no es por falta de sueño o algo parecido. Cuando estoy triste es cuando puedo dormir mucho más de lo que usualmente puedo, así que el insomnio no ha sido un problema en estas dos semanas de agonía, sin embargo, hay algo que me mantiene despierta hasta tan altas horas de la noche:

Al fin estoy escribiendo y componiendo música otra vez, hace meses no lo había hecho. Me he sentido particularmente creativa hoy y lo supe desde el momento en que me acosté en la cama esta noche y no pude dejar de mover los pies o de tararear melodías inexistentes que se formaban dentro de mi cabeza.

Me es difícil explicar mi proceso creativo, generalmente la inspiración llega cuando menos me lo espero y me es difícil relajarme en las noches hasta que no haga nada para solucionar ese percance.

Hace mucho tiempo no había tenido un bombazo de inspiración como esta noche y lo estoy aprovechando. No recuerdo cuando fue la última vez que escribí tanto, o que canté tanto para mí misma, pero es bastante agradable. Creo que la última vez sucedió en primavera, antes de graduarme y del verano. Han pasado meses, el verano está corriendo y vamos a entrar al otoño en un mes o dos, cosa que me parece increíble que no haya escrito nada hasta ahora.

He escrito tres canciones en dos horas y ahora estoy escribiendo una cuarta, probablemente la canción más difícil que he escrito en toda mi carrera. Tal vez no soy la mujer más rápida en hacerlo, esa mención ya la tiene Lady Gaga, pero es un récord para mí. Jamás había compuesto tantas canciones en una sola noche. Aún faltan ser pulidas y apenas puedo recordar las melodías de cada una, pero por primera vez en semanas me siento feliz y útil, tal vez con un poco de esperanza de que podré salir de esto sin sufrir mucho más.

Estoy sentada frente a mi antiguo piano eléctrico, el metrónomo hace clic a cada segundo que pasa y la oscuridad me envuelve a excepción de una lámpara que alumbra mis manos para ver qué tecas del piano estoy tocando. Mi vieja grabadora está encendida, capturando cualquier sonido que pasa en la habitación. Mantengo mi teléfono apagado para que el constante sentimiento de anhelo no me golpee y no me distraiga.

Él no llamará y ya estoy harta de esperar que lo haga.

Sería una mentira si digo que Logan Jones no se ha apoderado de cada célula de mi cuerpo, pero por primera vez en toda mi vida quiero que no sea así. No mentí cuando dije que yo merecía más, pero por ahora me conformaré con la esperanza de poder sanar alguna vez.

—No tenía que haberme ido así —canto, tocando algunas notas en el piano—, pero tú no tenías que empujarme al precipicio y dejarme caer. Intentaste matarme, pero no lo hiciste, solo me heriste, clavaste una daga tan profundo que la cicatriz en mi pecho es horrible —dejo de tocar y escribo la última frase en la hoja de papel sobre el escritorio junto a mí. Me incorporo y repito las palabras, tocando las notas en el piano y abriendo mi corazón de la mejor manera que puedo.

»Si tan solo pudiera ser quién era antes de conocerte, si tan solo pudieras devolverme todo lo que te di. Desearía no haberte entregado mi vida, pero ahora solo me queda lamentarme y pedir cada pedazo de mi alma de vuelta. Al momento en que te perdí, también me perdí a mí misma, solo quiero volver a encontrarme. Solo quiero volver a ser quien era antes.

»Tal vez estar herido no es tan malo, tal vez me hiciste un favor al lanzarme al abismo, tal vez te lo agradezca después y, cada vez que te recuerde, lo haga con una sonrisa, pero por ahora... desearía jamás haberte conocido, porque si tú desapareces, también lo hará el dolor.

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora