Después de que el humo se dispersara, pudimos ver una especie de masa viscosa de color plateado con varios tentáculos. Sabíamos que era un peligro inminente, pero la curiosidad de ver que era lo que nos atacaba era más fuerte. Aquella masa viscosa empezó a girar mientras se levantaba, una especie de cuerpo alargado se empezó a formar, aquella figura tenía brazos largos y manos demasiado amplias con solo tres dedos, también se le formó una cola. La cara de esa criatura era lisa al principio, después dos ojos azules se formaron junto con cuatro líneas en la parte de la boca. Era como si su boca estuviera tapada por algún tipo de bozal liso, se podía ver una luz roja que salía de aquellas líneas. En cuanto sus ojos y la boca se terminaron de formar, aquel ser emitió una vez más aquel rugido estremecedor. Puso sus manos alargadas sobre el suelo para después sacar sus piernas largas y delgadas de la cápsula donde estaba. Empezó a correr en dirección a las personas a cuatro patas, las demás criaturas que habían caído en el bosque salieron para hacer lo mismo.
Los militares intentaron pararlos con disparos, pero resultaba imposible, parecía como si su piel plateada fuese de acero o algún metal más resistente, parecía como si la masa viscosa que habíamos presenciado anteriormente fuese metal líquido.
Una nave más, bajo a la altura de las criaturas, pero esta no se abrió, era rectangular, negra, sin luces o ventanas, solo con una especie de compuerta de la parte de abajo donde salía una luz blanca cegadora. Las colas de las criaturas se partieron en dos. Sus colas empezaron a agarrar a las personas para después meterlas en esa nave, las personas gritaban mientras se zangoloteaban tratando de liberarse, pero en cuanto entraban en esa compuerta sus gritos se callaban, ni un solo ruido se oía después de que cruzaban esa luz.
Óscar le dijo al hombre que arrancara y eso hizo. Antes de que pudiéramos alzar el vuelo vimos como una de esas criaturas rompió la reja de metal con sus manos, no la forzó ni nada, solo la toco y la jalo para abajo, era como si la hubiera derretido solamente con tocarla. Se acercó al hangar y una de sus colas se transformó en una especie de cañón puntiagudo, se abrió como si fuera una flor en primavera, para después disparar un rayo morado de su interior en dirección a uno de los aviones. Los tres hangares explotaron sucesivamente. Para nuestra suerte ya habíamos despegado, solo nos quedaba esperar que aquellas naves no nos vieran para tratar de derribarnos. Por cuarta vez me gano el sueño, supongo que para alguien de esa edad su cuerpo no está acostumbrado a vivir una aventura así.
Esta vez me despertó una sacudida, mi madre me paró del suelo y me sentó para después abrocharme el cinturón. Me dijo que me sujetara fuerte, que todo estaría bien, no sabía por qué me decía eso. Voltee a ver a Óscar que estaba asomado por la venta y le grite por su nombre, cuando me volteo a ver tenía una cara de miedo que no era natural, cuando me asomé a la venta pude ver porque todos estaban tan asustados.
Una ala de la avioneta estaba en llamas, solo la mitad estaba pegada a nosotros. Escuché una especie de silbido, después otra sacudía. Me asomé por la ventana y pude ver que una nave nos había seguido, era una nave triangular que estaba apuntando hacia la parte trasera de la avioneta con una especie de cañón. El cañón hizo una especie de silbido mientras una luz morada se intensificaba. Estaba cargando el disparo, el cañón se quedó en silencio y un rayo morado salió disparado contra la parte trasera de la avioneta. La explosión aventó a la nave hacia los árboles que estaban debajo de nosotros. Mi audición se perdió por un momento y me sentí desorientado. Me sujeté del asiento y sentí como la gravedad me empezaba a levantar, la avioneta chocó con unos árboles antes de tocar el suelo, solo pude escuchar a mi madre diciendo mi nombre antes de perder el conocimiento.
Me despertó Óscar, tenía una cortada en la frente y la sangre se escurría por su rostro, me dijo que mi madre estaba bien, pero que teníamos que irnos de ahí lo más rápido posible antes de que más naves llegaran. Mi madre solo había perdido el conocimiento al igual que yo, nada grave nos había pasado. Lamentablemente, no fue igual para todos. El piloto, el señor que nos había guiado por el hangar, había muerto. Una rama de los árboles había atravesado el cristal y había quedado empalado. Mi madre me tapo los ojos para que no viera mientras salía de los restos de la avioneta, pero era demasiado tarde, ya había visto a aquel pobre hombre sentado en la cabina con una rama atravesada en su abdomen.
Corrimos por el bosque, tratando de no quedar atrapados en el fuego, la explosión de la avioneta había empezado un incendio forestal, el humo nos dificulta la vista y la respiración, pero pudimos salir a un claro que había adelante. A lo lejos sé podían ver varias estructuras amplias, al igual que varios edificios pequeños. Óscar reconoció el lugar, sabía dónde estábamos. Nos dijo que las estructuras que se veía a lo lejos eran de una Universidad, que él había estudiado ahí. Estábamos en Nueva Jersey. Corrimos en dirección a la Universidad mientras estábamos alertas de que ninguna nave nos hubiera seguido. Cuando pudimos salir del bosque había una carretera con dos desviaciones y pasando esa carretera había una especie de estacionamiento amplio con paneles solares. Una desviación que iba en dirección al estacionamiento tenía a un costado un cartel que decía.
William Paterson University
Corrimos hacia la desviación con el cartel y pasamos por el estacionamiento, estaba vacío, no había ningún carro. Mientras corríamos en dirección a otra pequeña desviación que había después del estacionamiento, escuchamos una explosión, al parecer la avioneta todavía tenía suficiente gasolina para explotar.
Las desviaciones iban a unos pequeños edificios, parecían condominios. Eran dormitorios del campus, nos dijo Óscar, era donde habitaban los estudiantes, pero que era mejor ir al campus central, a lo mejor ahí habría militares o algún tipo de fuerza armada. Corrimos por una pequeña calle que estaba rodeada de los dormitorios, a lo lejos se podía ver una especie de torre blanca con una esfera en la punta, tenía dos letras en grande WP.
Pasamos los dormitorios hasta llegar a una pequeña explanada con una arboleda en el centro. Había dos edificios largos y uno pequeño en el medio de estos. Corrimos al interior del edificio pequeño, era una especie de gimnasio, había varias máquinas para hacer ejercicio y una cancha de basket. Atravesamos la cancha hasta la salida, la cual iba a una pequeña glorieta, había tres edificios más grandes que los que habíamos visto, estaban separados por una explanada con árboles y calles. Óscar nos guio por una calle que iba a espaldas de uno de los edificios, a lo lejos pudimos ver lo que parecía el edificio principal, había varias mesas en la explanada que nos separaba del edificio, al igual que varios árboles. Corrimos hacia las escaleras que subían al edificio principal, el cual tenía un cartel en la puerta.
Zona de Extracción
Cruzamos la puerta de cristal. En el interior había varias personas, junto con varios militares. Al parecer habían empezado a evacuar el lugar y nosotros habíamos llegado justo a tiempo para ir con ellos. Nos recibió un hombre algo viejo con un traje café y unos lentes negros. Se presentó con nosotros como el director de la institución, su nombre era Charles. El director nos llevó a una pequeña mesa con emparedados y bebidas, donde nos dijo que podíamos agarrar lo que quisiéramos.
Mi madre y Óscar le contaron todo lo que había pasado con el avión y de donde veníamos, el director les dijo que no se preocuparán, que nos llevarían con ellos a la zona de evacuación, dónde nos iríamos en varios barcos lejos del país o al menos eso es lo que el gobierno tenía planeado. Ya que no querían arriesgarse a que las naves derribaran aviones con sobrevivientes dentro. Después de que me termine mi sándwich y los enfermeros de la milicia le habían puesto una gasa en la frente de Óscar, nos empezaron a evacuar al estacionamiento. Todos los estudiantes, empleados y familias que había salimos al estacionamiento, donde había varios vehículos militares blindados, ninguno tenía ventanas, parecían cajas fuertes andantes.
Nos subieron a un vehículo junto con más personas donde había dos asientos largos pegados a las paredes del vehículo con varios cinturones. Mi madre me sentó junto a ella y Óscar se sentó frente a mí. La mayoría de las personas que iban con nosotros eran jóvenes, a excepción de uno que otro maestro, solo había una viejita en todo el vehículo, estaba sentada junto a mí, su nombre era Elizabeth. Había ido a recoger a su nieto, pero al parecer él ya no asistía a la Universidad desde hace mucho tiempo, solo le había mentido con que seguía asintiendo. Mi madre le dijo que no se preocupara, que de seguro estaba bien. La viejita me dio un caramelo que sacó de su bolsa tejida mientras me sonreía, era de miel o al menos a eso me supo. Fue la quinta vez que el sueño me ganó, era como si fuera algo recurrente, corríamos y el sueño venía a mí después de terminar con la pequeña aventura. Me quedé dormido en el hombro de mi madre mientras pensaba que después de salir del vehículo vería la playa después de mucho tiempo, solo podía pensar en la arena y el mar. Supongo que a esa edad no me daba importancia los demás problemas, solo podía ver lo bueno de la vida.
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Heaven of death Fire rain
Random¿Acaso realmente son seres inteligentes o simplemente son monstruos? ___________________________________________ Hace 10 años "ellos" invadieron el planeta, la humanidad casi se extinguió, pero a pesar de todo parte de ella logró sobrevivir. Dylan u...