Heaven of death Fire rain

"Capítulo 21"

No parecía pasar de los 9 años. Tenía cabello castaño claro, algo corto, la luz de la fogata lo hacía parecer pequeños hilos de oro. Era de tez clara, vestía un pantalón gris junto con una chamarra tipo militar y unos tenis de mezclilla de color rojo. Su cara estaba manchada por lo que parecía algo de lodo.

Dylan volvió hacia donde estaba Alex, tenía que avisarle que había personas afuera de donde estaban. Lo sacudió despacio mientras susurraba su nombre para despertarlo. Alex abrió los ojos y trató de decir algo, pero Dylan le tapó la boca con su mano antes de que este pudiera hablar. Confundido, Alex se sentó y trató de quitar la mano de su boca, Dylan alzó su otra mano con la que le hizo una señal de silencio poniendo su dedo sobre su boca. Alex entendió todo al ver la luz anaranjada que provenía de sus espaldas, Dylan quitó la mano de la boca de Alex y señaló hacia la fogata. Alex volteó hacia donde había señalado, abrió los ojos como platos al ver a las personas.

Dylan se arrastró de nuevo hacia los arcos de la entrada, seguido de Alex, cada uno se escondió detrás de un arco. El niño que Dylan había visto había desaparecido. No pudieron distinguir a todas las personas que había, la mayoría estaba de espaldas contra la estructura. Solo pudieron ver dos rostros a través del fuego que estaban de frente a la estructura.

Uno era el rostro de un hombre algo mayor, tenía canas sobre su cabello negro y su corta barba. Era de tez morena, tenía una cicatriz que iba de su oreja izquierda hacia su mentón. El otro era más joven, era de tez blanca. Su cabello negro era corto y tenía un bigote que abarcaba la mayoría de su labio superior.

Una de las personas que estaba de espaldas a la estructura empezó a hablar.

—Tenemos que encontrar un lugar para poder pasar la noche lo antes posible —la voz era de un hombre algo viejo.

—Lo sé, no podemos quedarnos más tiempo a la intemperie —agregó la voz de un joven— Es peligroso que nos quedemos aquí por más tiempo, más por el pequeño Timothy.

"¿Será el niño que vi?", pensó Dylan.

—Todos sabemos que es peligroso, ¿pero qué podemos hacer? —agregó la voz de otro joven— El edificio donde nos estábamos quedando iba a venirse abajo en cualquier momento, no podemos regresar a menos que sea de máxima necesidad.

—Tal vez podamos ir a la costa, al campamento que está...

—¡No! —interrumpió la voz de un hombre adulto— ¡Ese campamento tiene el símbolo del antiguo gobierno! ¡Ellos fueron los responsables de todo esto! Ni de chiste vamos a ir a refugiarnos con esos bastardos.

—¿¡Por una vez en tu vida puedes dejar de lado tus conspiraciones locas y preocuparte por sobrevivir!? —gritó la voz de una joven.

—¿Conspiraciones? ¡No son conspiraciones, es la verdad...!

—¡William! —gritó el hombre del bigote que estaba sentado frente al fuego. Su voz era algo grave, pero no tanto— Sean conspiraciones o no, necesitamos refugio. No podemos seguir vagando por la ciudad y menos con esas... cosas rondando.

—¡Claro que es verdad! ¡Diles Jack, tú mejor que nadie sabes que es verdad!

—Que Jack haya trabajo para el gobierno no significa que sepa todo —agregó el hombre del bigote— Yo fui su compañero y jamás nos informaron más acerca de ese tema.

—¡Todos aquí sabemos que es verdad lo que digo! ¡Ellos no condenaron, nos condenaron a todos!

—¡Basta! —gritó el hombre que tenía una cicatriz en el rostro, su voz grave resonó en el lugar— William, sé que ellos nos condenaron, pero necesitamos refugio. Iremos mañana al amanecer, fin de la discusión. ¡Entendido!