Heaven of death Fire rain

"Capítulo 15"

—Dylan, Dylan, ¿me escuchas? —dijo Jared mientras sostenía un plato de comida entre sus manos. Estaba parado junto a la camilla.

—Sí, sí... —respondió Dyan mientras sostenía un pequeño cuerpo metálico entre sus manos. Era la llave que su madre le había dado antes de morir. Jared se la había quitado de las manos cuando había quedado inconsciente, pero se la dio de vuelta días después de que había tenido aquella pesadilla.

—¿Sigues viendo esa llave? —agregó Jared con preocupación mientras dejaba el plato sobre la mesa de madera que estaba a un lado de la camilla de Dylan— Llevas varios viéndola, debes olvidarte de eso. Alex trató de ayudarte y no encontró nada.

—Sé que debo de tratar de olvidarme de esto, pero mi madre me dijo que con esto encontraría a mi padre —agregó Dylan afligido— Lo vi irse frente a mis ojos, pero algo de mí cree que aún puede seguir con vida.

—Me tengo que ir a ayudar a Emmet para cambiarte el vendaje en un rato —agregó Jared mientras se dirigía a la salida— Comete la sopa y trata de descansar un poco.

—Está bien —respondió Dylan.

Habían pasado tres semanas desde el incidente del campamento. Dylan había permanecido en cama todo ese tiempo recuperándose de sus heridas y quemaduras.

Emmett con la ayuda de Jared le cambiaban el vendaje de su espalda y pecho todos los días. La peor parte había pasado, su piel ya había sanado casi por completo, solo era cuestión de tiempo para que pudiera salir del hospital.

La mayor parte del tiempo se la pasaba viendo aquella llave metálica rectangular con un aspecto extraño, que su madre le había dado antes de morir. "Con esto encontrarás a tu padre" Eran las palabras que su madre le había dicho cuando le había dado aquel cuerpo metálico. Por más que pensaba no le encontraba sentido a la oración de su madre, ¿Cómo iba a encontrar a su padre con esa diminutez? No tenía ningún sentido.

Alex lo había ayudado tratando de buscar un lugar a donde pudiera encajar aquella llave, pero por más que busco no logro encontrar nada. Aunque Jared le decía que lo olvidara, Dylan le había preguntado varias veces si él sabía algo, pero siempre evitaba el tema por completo.

Al cabo de dos días, las heridas de Dylan habían sanado por completo. Solo quedaban cicatrices, que le recordaría de por vida el terror que había vivido. Emmett le dio el alta para que pudiera salir del hospital, eso alegró un poco a Dylan. Llevaba varios días sin ver la luz del sol, quería volver a sentir ese calor cálido sobre su rostro una vez más. Alex lo acompañó a la salida del hospital mientras Jared se quedaba hablando con Emmett.

El horror que había visto hace algunos días de los cuerpos quemados y atravesados, ya no estaba, pero había marcas de lo que había pasado. Sobre las paredes había marcas de sangre con forma de mano o simplemente gotas secas sobre el suelo de los pasillos. Podía oler un olor nauseabundo que le recordaba al cuerpo que había visto quemado, con la piel casi despegada de los huesos. Era insoportable ese olor a carne quemada.

Abrieron las puertas de cristal y sonrió al sentir el sol junto con la brisa en su rostro, respiró profundo mientras veía de nuevo el campamento cubierto por ceniza. Tenía que regresar a la realidad y afrontarla. Jared salió para llevar a Dylan al lugar donde la mayoría de los habitantes dormían. Era un edificio mediano de dos pisos cubierto por maleza y enredaderas.

En la entrada había una escalera grande de concreto que subía al segundo piso donde estaban las habitaciones donde dormían. Todas las habitaciones rodeaban una especie de hueco extremadamente grande que estaba en medio de la estructura. Había sido una alberca en el pasado, ahora lo ocupaban para guardar cosas. Arriba de esta, había un tragaluz de acero que abarcaba la mayoría del techo.