VII

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El tour había comenzado, y esta noche el Monday Night Raw sería grabado en St Louis, Rhea Ripley terminaba de acomodar su chaqueta con pinchos para cuando Vayne tocó la puerta, dispuesta a maquillarla, ambas no habían hablado luego de lo ocurrido, por lo que había un ambiente tenso entre ambas, en lo que Vayne le aplicaba el maquillaje Rhea no era capas de verla a los ojos, se ponía nerviosa de su cercanía y como sus rostros estaban cerca nuevamente.

Vayne culminó colocándole el labial negro en sus labios para finalmente alejarse —Ya estas lista, Rhea —Le sonrió para comenzar a guardar sus cosas y poder marcharse.

Rhea en silencio se levantó y se miró cortamente en el espejo —No sé cómo le haces para que cada maquillaje sea distinto y se vea acorde con mi estilo —Se miraron cortamente con una sonrisa.

—Un mago nunca revela sus secretos —Palmeó su brazo para darse la vuelta —Suerte en tu combate —Comenzó a caminar hasta la puerta para no hacer sentir incómoda a la australiana.

Justo cuando estuvo por abrir la puerta la australiana tomó su mano para detenerla — ¿Ocurre algo Dem? —Preguntó al ver como esta no dejaba que se fuera.

—Tal vez me odies por esto, pero realmente ya no sé si me estoy volviendo loca o es que he recibido demasiados golpes en la cabeza —Vayne frunció el ceño confundida y antes de que pudiera comentar algo, Rhea tomó su rostro entre sus manos y finalmente besó sus labios.

Aquella acción había tomado a Vayne desprevenida, quedándose quieta por unos cortos segundos procesando lo que estaba pasando, ¿Rhea la había besado?, ¿otra vez?, sin perder más tiempo la tomó del cuello acerándola aún más, sintiendo como ligeramente su cuerpo chocaba contra la puerta, quedando prisionera entre el gran cuerpo de la australiana y aquella madera.

Sus labios danzaban con deseo, el sabor de sus labios era como el de una cereza, llegando a morderlos una vez le faltó el oxigeno, ambas mantuvieron los ojos cerrados recuperando el aire, la respiración de Rhea chocaba contra el rostro de Vayne, quien aún seguía sorprendida al ver que quien estaba tomando la iniciativa era aquella mortal.

Pues no tenía la mínima idea de lo que esta causaba en aquella chica de ojos grises.

Rhea quien todavía estaba recuperándose del caos que tenía internamente, fue tomaba por sorpresa cuando los labios de Vayne volvieron a impactar con los suyos, causando que su corazón latiera nuevamente con fuerza, esta vez bajó sus manos hasta su cintura atrayendo su cuerpo, terminando por posar una pierna entre las suyas, se sentía tan bien que no quería salir de ese camerino, no quería dejar de besar sus labios que la habían tentado desde hace rato, deseando besarlos hasta cansarse.

Sin embargo aquél momento fue interrumpido por la voz de Fergal, haciendo que la súcubo maldijera internamente y ambas tuvieran que separarse —Rhea, ¿estás acá? —La australiana trataba de calmar su respiración en lo Vayne aprovechó por correr parte de su labial para que se disimulara un poco que se le había corrido el maquillaje — ¿Rhea? —Tocó la puerta nuevamente,

—Ya salgo —Respondió, una vez que Vayne terminó de arreglar sus labial la dejó salir —Tuve problemas con mi traje, perdón —La morena se encontraba detrás de la puerta para que Fergal no sospechara nada.

—Estas agitada, ¿te encuentras bien? —Preguntó a lo que la australiana asintió.

—Si, solo algo de nervios, hablé con Matthew hace un rato, dijo que vería el show desde allá —Se excusó cerrando la puerta detrás de ella, sin embargo Fergal no creyó del todo su respuesta.

—Bueno, me mandaron a buscarte, tienen que grabar algo contigo —La australiana asintió y caminó junto a Fergal, quien disimuladamente miró detrás de ellos y notó como una sombra salía por debajo de la puerta.

Succubus |Rhea Ripley|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora