Succubus |Rhea Ripley|

III

Los preparativos para Smackdown estaban casi listos, la gente ya habíaentrado al coliceo, los camarografos estaban más que listos, algunos de los luchadores estaban cambiándose, Vayne había terminado de maquillar a Liv y ahora se encontraba con la castaña, dando los últimos retoques de su maquillaje de color negro, para luego proseguir con el cabello de Rhea, y por eso mismo ahora había estado corta de tiempo, pues no solo le hizo el maquillaje para Liv y a Charlotte, sino que tambien había arreglado sus cabellos, para su suerte, ellas no usaban nada complicado como extensiones o fijador, pero respecto a tiempo esta vez estaba algo corta, por lo cual -debido a la concentración-, Vayne había estado más callada de lo habitual, lo cual causó una curiosidad a la australiana, así que decidió sacar un tema de conversación: — ¿Qué tal tu semana? —Preguntó mientras la miraba a través del espejo.

Vayne sonrió encojiendo sus hombros mientras hacía una pequeña trenza en el lado derecho, dejando el resto de su cabello suelto —Salí con unos amigos, compré una paleta de sombra nueva, nada fuera de lo normal —Respondió quitandole importancia — ¿Y qué tal tu? —Terminó por colocar una liga en el final de la trenza y mirar a la australiana por el espejo.

—Pues, entrenando y enseñandole a Dominik algunos movimientos —Miró los ojos marrones de Vayne mientras se levantaba desde la silla, para luego darse la vuelta y apoyarse en su mesa.

— ¿Y que tal va todo con Matthew? —Rhea sonrió, no obstante, luego de aquella visita en Raw tuvo que volar a primera hora para un evento de AEW, así que no pudo pasar mucho tiempo con él.

—Pues... Ahí vamos —La morena la miró con curiosidad y entrecerró los ojos con confusión.

— ¿A qué te refieres con eso? —Rhea tomó una vocanada de aire y respondió: —Debido a la diferencia de empresas es dificil vernos muy seguido —Rhe respondió pasando una mano por su cuello, la pelinegra asintió.

—Te entiendo, también tuve una relación a distancia una vez, aunque terminó por derrumbarse con el tiempo —Vayne se encogió de hombros y pocos segundos después de pensar lo que habia dicho, negó con con la cabeza rápidamente —No quiero decir que sea tu caso... —Se apresuró a decir para que Rhea no se molestase, sin embargo, no pudo culminar con su oración porque la castaña la interumpió con una risa.

—No te preocupes, son cosas que pasan —Ambas se sonrieron en silencio, quedando en un trance mientras se miraban a los ojos, como si el tiempo se detuviera por un segundo y que solo existieran ellas dos en el universo.

Era un ambiente pacífico y tranquilo, los ojos grises de Rhea brillaban como el cielo estrellado, su corazón palpitaba con fuerza y sus manos sudaban, solo que esta vez, no había necesidad de huir, era como un sentimiento extraño que le agradaba sentir.

Vayne abrió la boca para decir algo, sin embargo, el momento fue intrrumpido porque alguien tocó la puerta y dejando a la pelinegra con las palabras en la punta de la lengua —Rhea, sales en unos minutos —Se escuchó a alguien del staff hablar, para finalmente irse.

Una risa coqueta escapó de los labios de Vayne —El escenario te espera, linda —Palmeó su hombro y se acercó hasta la puerta para poder retirarse, al abrir la puerta se giró suavemente y le sonrió —Suerte —Dejando a una Rhea sonriente y con las mejillas teñidas de carmin, parada en medio de su camerino.

Si bien había podido controlar sus nervios cada que Vayne estaba cerca, seguía sonrojándose y sintiendo algo especial, su corazón latía a mil cada que estaba cerca de ella, pero terminó por aprender a aceptarlo en lugar de retenerlo, sin más salió de su camerino luciendo el título en su cintura y una sonrisa de oreja a oreja.

Los camarógrafos grabaron a Rhea, quien se acercaba con paso decidido hasta el backstage, lista para hacer su entrada, podía escuchar los gritos eufóricos de la gente y eso le encantaba.