XXV

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Los cuerpos sudados y exhaustos de la pareja se encontraban tendidos sobre la cama, sus respiraciones aceleradas chocaban entre sí, se mantenían unidas en un abrazo mientras Vayne acariciaba la mejilla de Demi, terminó por besar aquellos labios hinchados para colocarse sobre el musculoso cuerpo de la luchadora, enredando sus piernas con las suyas, la súcubo deseaba más placer, aquellos tres días habían sido una tortura para ella, no poder tomar su cuerpo y hacerlo suyo le parecía una tortura que finalmente había acabado, había extrañado tanto tenerla así...

—Vayne —Demi jadeó separando ligeramente sus labios de la morena, al notar que tenía intensiones de seguir con otra ronda —Estoy bastante cansada —Se separó ligeramente mirando aquellos ojos avellana que estaban ligeramente más claros de lo normal — ¿Lo continuamos mañana? —Propuso girando su cuerpo lentamente y con cuidado de no tirar a Vayne, quien hizo un puchero mientras se sentaba en la cama, soltándose del abrazo.

—Iré a tomar una ducha entonces —Se levantó luego de dejar un corto beso sobre los labios de la australiana, se encaminó para ir a tomar una ducha deseando que la australiana fuera junto a ella.

Caminó bajo la mirada atenta de Demi, quien a pesar de in más cerró la puerta detrás de ella y se miró al espejo, notado las mordidas que había por su cuello sonriendo orgullosa y con cinismo al creerse dueña total de aquella mujer que seguía en la cama, abrió el grifo dejando salir el agua caliente, el vapor no tardó en aparecer y tras amarras su larga cabellera entró a la ducha, quitando todo rastro de sudor de su cuerpo, deseando que Demi apareciera detrás de ella en cualquier momento para continuar con su noche de pasión insaciable, sin embargo, ella nunca apareció, Vayne se terminó de bañar sin más, con una ligera amargura cepillo sus dientes y se colocó una toalla para salir del baño rodeada de vapor, escucho la armoniosa carcajada de Demi y frunció el ceño con recelo al verla hablar por teléfono, recordando que tenía un asunto pendiente con un pelirrojo australiano, el sábado le daría una visita apenas terminara el show, su último show de lucha antes de perecer bajo las garras de aquella morena, quien no podía dejar de imaginarse los gritos de dolor y suplicas de Matthew, la gran satisfacción de acabar con él no podría quitárselo nadie, sería un trofeo del cual estar orgullosa como si de un niño ganando un concurso de matemáticas olímpicas se tratase.
Vayne dejó caer la toalla mostrando su hermoso y curvilínea anatomía desnuda para proceder a colocarse solamente una camiseta holgada que la cubriera hasta el muslo, Demi no fue capaz de contener la mirada en aquel aparato, apartándolo casi que inmediatamente para poder admirar el hermoso cuerpo de su pareja, pensando en qué momento y de qué manera pudiera hacer oficial su relación, quería que fuera algo más que especial y al mismo tiempo sencillo, sabía que a Vayne le encantaba mantener su privacidad y que nadie se entrometiera en sus asuntos, así que se le ocurrió llevarla a una cena en un sitio elegante, algo discreto pero que termine con una sorpresa en su departamento, era el plan perfecto.

Vayne volvió a acostarse en la cama y miró fijamente a Demi, quien la miraba con una sonrisa tierna, sospechaba que estaba tramando algo así que con una sonrisa cómplice se acomodó a su lado acurrucándose entre sus fuertes brazos, Demi no tardó en abrazarla por la cintura manteniendo su mirada en aquellos ojos avellana — ¿En qué estas pensando Dem? —Cuestionó con un ligero tono de picardía.

—Algo especial, ya podemos hacer nuestra relación oficial y quiero que sea algo memorable para las dos —Murmuró mientras se acomodaba en la cama, si bien estaba agotada, sentir los pezones de Vayne todavía erectos contra los suyos no ayudaba mucho.

—Que tierna —Acarició su mejilla suavemente, sin embargo notó el cansancio en los ojos de la australiana por lo que decidió bajar de su pecho y retomar su posición anterior a un lado de Demi, quien mantenía su firme agarre en el cuerpo de Vayne —Mejor ve a descansar se te nota que deseas dormir —Murmuró dejando caer su cabeza en el hombro desnudo de la australiana, el aroma a vainilla le ayudó a relajarse junto a las suaves caricias de la morena sobre su piel, eran las dos de la mañana y sería un día largo y agotador, volver a la rutina de entrenamiento y guiones para las promos, la WWE tenía planes a futuro con ella, Finn y Damián, The Judgement Day sería un grupo dominante, ella siendo la campeona de Raw, sería la más dominantes entre las féminas, tenía al menos dos presentaciones en Wrestlemania aseguradas por oportunidades titulares, era algo que no pudo rechazar, más sabiendo que estaría con sus amigos.

Succubus |Rhea Ripley|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora