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Una vez todas despertaron, se encontraban en la cocina de la australiana, los perros de Demi si bien se habían calmado un poco, seguían manteniendo la distancia con Vayne, lo cual agradecía.

Por otro lado, Demi no parecía recordar el beso de anoche, y tenía una resaca bastante fuerte —Díganme que no hice nada vergonzoso anoche —Tomó un poco de café mientras que Gionna miraba un punto fijo en la mesa.

—Siento que mi cabeza va a explotar si me muevo —Murmuró haciendo reír a las presentes.

—A todas estas, ¿cómo es que estas tan bien siendo que tomaste la misma cantidad de alcohol que nosotras? —Preguntó Demi, mirando como la súcubo dejaba unos pancakes delante de ella, con una carita feliz hecha con crema batida y dos arándanos como pupilas y dos pedazos de fresas como rubor.

Todavía recordaba aquella receta que le había dado su madre.

—Tengo mis métodos Dem —Respondió mientras terminaba de echarle miel a los pancakes de Gionna —Aparte de que ustedes fueron las que se vaciaron la botella —Las miró con una sonrisa por encima de su hombro.

Se acercó nuevamente para dejar el desayuno de Gionna, quien sonrió al ver la cara feliz hecha con bananas y dos fresas como un rubor —Gracias —Respondió con una sonrisa, a lo que la mirada gris se dirigió a los ojos pardos de Vayne.

— ¿Qué clase de favoritismo es este? —Bromeó haciendo que Gionna le sacara la lengua en forma de burla.

—Me quiere más a mí que a ti —La morena reía ante las actitudes infantiles de ambas.

—Es lo mismo, no sé porqué se pelean —Tomó el plato con dos pancakes y solamente les tiró miel, le había perdido el gusto a comer como lo haría una persona normal y tampoco confiaba en algo hecho por ella.

—Están buenísimos —Se deleitó Gionna con el dulce sabor que tenían aquellos pancakes una vez todas estaban sentadas.

—Es cierto, están buenísimos Vayne —La felicitó Demi quien no perdió tiempo de darle un bocado a los pancakes hechos por la morena.

—Muchas gracias —Sonrió con un ligero rubor en sus mejillas, la última vez que había cocinado fue el día en que su madre fallecería y tendría que pasar un buen tiempo con su "padre" luego de ello.

Luego del desayuno, estuvieron hablando por un par de horas, para luego marcharse, Gionna tenía que cuidar la granja que tenía y Vayne quería ir por una presa, sentía hambre un hambre que ni una pila de pancakes llenaría. Demi quedó nuevamente sola y para tratar de no sentirse abrumada, decidió salir a pasear a sus perros, que volvieron a actuar como solían hacerlo una vez la súcubo se había ido.

Decidió salir sin sus audífonos y dejó el teléfono en casa, quería tener un tiempo para ella sin distracciones, porque a pesar de no ser capaz de recordar lo que había pasado anoche, por alguna razón sintió un calor bastante agradable en la noche, como cuando dormía con Matthew antes de que fuera luchador full time en AEW.

Por otro lado, Fergal se encontraba entrenando, levantando pesas que generalmente no cargaría porque podría lesionarse, si bien era un demonio y no podría lastimarse tan fácil como un humano, al negar su naturaleza y pasar más tiempo con los mortales se estaba debilitando aquel poder demoníaco, siendo esa la causa del porqué Vayne siempre lo molestaba.

Si bien no dejaría de ser un demonio, se volvería uno bastante débil con el pasar del tiempo.

Su mente estaba enfocada en una cosa, alejar a la súcubo de Demi, pero teniendo en cuenta de que esta trabaja en la WWE y era amiga de la australiana, la situación se le ponía difícil, porque si por un lado lograra hacerla renunciar a la WWE, seguiría en contacto con Demi, por lo que tenía que quebrar todo lo que la relacionara con ambas cosas, y lo único que se le cruzó por su cabeza, era acabar con la vida de la súcubo.

Succubus |Rhea Ripley|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora