XXVI

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Fergal caminaba junto a Damián, algo consternado ante la aparición de aquel ser, Finn no había dicho ni una sola palabra al respecto, pero Fergal estaba consciente de que estaba igual de asombrado -e incluso nervioso- que él, no quería que Vayne volviera a sentirse mal e incluso confundida con ese sujeto, sabía que sería un riesgo que la súcubo interactuase con él y entablar una amistad, quería pensar que se alejaría por su bien, que no iría atrás de él por una corazonada.
Los pasillos se le hacían interminables al demonio que buscaba a su ex casi con desesperación, mientras que Damián hablaba de un tema aparte y Fergal lo escuchaba, Finn solo podía desear que encontrara a Vayne lo antes posible, no le daba mucha confianza aquel sujeto, puesto a que no sabia si se trataba de una reencarnación, de un demonio que tomó la apariencia de Gabriel, o si era una clase de castigo divino y todas las opciones solo serían cada vez más nefastas para aquella súcubo.
Ambos seres sintieron un gran alivio al verla salir con una malteada de vainilla acompañada de Liv Morgan, quien sólo tenía una botella de agua, apresuró su paso casi dejando atrás al puertorriqueño quien seguía ligeramente preocupado por el repentino cambio de humor de su amigo.

—Vayne —La llamo cuando finalmente logró tenerla frente a frente — ¿Podemos hablar un momento? —La pelinegra si bien detestaba a Fergal, era necesario ir con él si quería desahogarse.

—Ahora vuelvo Liv —La rubia asintió con una enorme sonrisa y saludo con su mano a Fergal, quien le devolvió el gesto antes de retirarse de allí con Vayne.

Damián y Liv no tardaron en entablar una conversación, mientras que los demonios se alejaban con preocupación y cautela en completo silencio y sin siquiera mirarse, detuvieron su caminata una vez estuvieron lo suficientemente lejos como para que alguien escuche, asegurándose de que no hubieran miembros del staff cerca —Dime que también lo viste —Fergal se giró para ver a la súcubo, quien jugaba con su malteada con la mirada baja, recordándole a Fergal cuando la joven se sentía regañada y pedía perdón por desobedecer a sus órdenes.

—Si... Por eso te busqué —Respondió con ligera nostalgia — ¿Has hablado con él? —Vayne negó.

—Solo lo vi de cerca, pasó por mi lado acompañado de Hunter —Respondió con la mirada pérdida, sabía que le seguía tocando el tema de Gabriel —Tú que eres más poderoso que yo, ¿sabes si es una encarnación? —Aquella curiosidad le dejaba un amargo sabor a Vayne, quería a Demi y había hecho tanto por ella, que no quería tirar todo a la basura por su ex que extrañamente se paseaba por la WWE.

—Tengo que estar cerca de él para saberlo, estaba tan... Sorprendido que ni siquiera me puse a pensar si se trataba del verdadero Gabriel —Murmuró cruzándose de brazos, no le agradaba la presencia de ese hombre, mucho menos sin saber qué era exactamente, ¿un humano común?, ¿una reencarnación?, ¿un ángel?, ¿un demonio? Ni siquiera sabía si trae buenas intenciones o es alguien completamente ajeno a los dos -tres en realidad-.

Vayne asintió tomando un sorbo a su bebida, temiendo de que sea el verdadero y que sus sentimientos por él volvieran a flote, no solo estaría terminando con Demi, sino que le estaría dando la satisfacción a Matthew de demostrarle a la australiana que tenía razón sobre lo que dijo, mordió su lengua con rabia al recordar al pelirrojo, realmente lo detestaba — ¿Podrías averiguarlo?, tengo el presentimiento de que si él está acá, aquel demonio que me acechaba podría tratarse de él —Razonó mirando fijamente al irlandés, quien frunció el ceño sutilmente y se acercó ligeramente a la morena.

— ¿El mismo demonio que atacó a Rhea aquella vez saliendo del combate? —Susurró al ver que un miembro del staff se acercaba mientras miraba una lista que tenía entre sus manos.

La súcubo asintió nuevamente —El mismo que te dije que parece un serafín —Ambos guardaron silencio por un rato analizando la situación —Además, ese serafín... Tiene rato sin aparecer, ¿crees que se trate de la misma entidad? —Luego de un rato en silencio Fergal asintió.

Succubus |Rhea Ripley|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora