Vayne miraba fijamente el cuerpo desnudo de Demi, quien seguía durmiendo tranquilamente en su cama y solo una sábana la cubría de la cadera para abajo, en su piel aún se encontraban las marcas que le había hecho la noche anterior, admirando su belleza natural por más desordenada que pareciera; con su cabello revuelto y completamente desordenado, su espalda desnuda subiendo y bajando por su respiración tranquila, los piercings que adornaban su rostro junto aquellos tatuajes que la hacían ver intimidante ante cualquiera que no la conociera.
Se sentía afortunada de tenerla, de haberla encontrado por más que sus intenciones no hubieran sido buenas en un inicio, recordando que solo quería enamorarla e ilusionarla para luego matarla y llamar la atención del demonio y molestar a Fergal al mismo tiempo por dejarla, sin desearlo Demi se había vuelto en su luz en la oscuridad, y el solo hecho de que alguien intentara hacerle daño ya era motivo suficiente para que Vayne actuara por instinto primitivo, ¿pero podría protegerla de ella misma?
Jugó con el cigarro en su mano sin quitarle la vista de encima a la australiana, suspiró pesadamente mirando de reojo su teléfono, era viernes y tenía que hablar con Gionna apenas llegara al coliseo, le había mandado un mensaje y aun no obtenía respuesta, ni siquiera había abierto el mensaje, por lo que dejó nuevamente el aparato donde estaba anteriormente.—Huele a quemado —La ronca voz de Demi captó su atención, apagó inmediatamente el cigarro con su muñeca y tiró el residuo detrás de ella.
—Buenos días princesita —Canturreó levantándose del sillón que había debajo de la ventana — ¿Cómo amaneció mi gótica favorita? —Gateo sobre las sábanas hasta acostarse sobre la espalda de la bicolor, abrazándola con cariño.
—Con sueño —Acomodó la almohada bajo su cara manteniendo los ojos cerrados —Tú te ves bastante enérgica, ¿tomaste Red Bull? —Vayne sonrió negando con la cabeza —Y bastante cariñosa también.
—Solo te demuestro lo mucho que te amo —Besó su hombro sonoramente — ¿Iras a entrenar hoy? —Demi negó con la cabeza soltando un gruñido.
—No tengo ganas —Aquello hizo que la súcubo quitara su sonrisa poco a poco, nuevamente se había excedido con ella, una tercera ya sería un gran problema.
— ¿Te parece si hago el desayuno? —Demi asintió en silencio —Luego dices que yo soy la niña —Dejó un beso en su mejilla logrando hacerla sonreír.
Si bien la súcubo no tenía idea de cómo cocinar y un cereal no sería suficiente para la australiana, le tocó preparar lo único que sabía hacer y con la esperanza de que no tuvieran un sabor extraño o se pasara con algún ingrediente, de hecho, le sorprendía tener cada ingrediente aún sin caducar siendo que no necesitaba comer y no iba al supermercado a comprar más desde hace un buen tiempo.
Pasaron unos treinta minutos desde que aquella súcubo había comenzado a cocinar, Demi se dejó ver por el marco de la puerta usando únicamente su ropa interior y su cabello peinado para arriba, se acercó lentamente hasta pasar sus brazos por el abdomen plano de la morena, dejando reposar su rostro en su hombro cubierto por una fina tela de seda de color negro.— ¿Tienes mucha hambre? —Cuestionó con una sonrisa divertida colocando fresas picadas a la mitad sobre la crema batida.
—Sí... —Vayne tomó el plato una vez terminado y caminó con aquella australiana pegada a su cuerpo.
—Ya la nenita puede desayunar —Demi carcajeó negando suavemente con su cabeza.
—Gracias reina —Dejó un beso sobre su cuello, admirando como a diferencia de ella, su piel estaba como si nunca la hubiera marcado — ¿Te maquillaste los chupones? —Vayne la miró sin entender a que se refería, llevando su mano hasta su cuello y recordar lo rápido que podía regenerarse, palideciendo ante aquella observación.

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Succubus |Rhea Ripley|
FanfictionRhea nunca había sentido atracción por una mujer, pero todo cambiaría de repente una vez se topase con aquella chica de tatuajes y ojos avellana, sin saber que poco a poco, estaba metiéndose en la boca del lobo. Rhea x Fem Oc. Fanfic +18, contenido...