ꦼ ˔˙• 09 °․• ☭

269 38 13
                                    

Abrió sus ojos con sorpresa al ver su última nota en esa materia que era como un dolor de ano para él y eso que no sabía que se sentía un dolor de ano literal pero ¿Cual sería la diferencia con esa nota?

— Señor Kang, ¿No podría hacer una excepción? Por favor, se lo pido.— le rogó al malparido señor pero éste chasqueó su lengua reacio con sus plegarias.

— Le he dicho que no, joven.

— Déjeme revisar un momento.— le pidió la otra profesora que se encargaba de esa misma materia— Oh, son insignificantes a decir verdad pero con algo de ayuda creo que puedes..— se vio interrumpida por el hombre.

— ¡Otra oportunidad! Este mocoso solo es un vago que quiere que le de una nota aceptable sin hacer nada.— le recriminó el mayor, señalándolo con su dedo de manera acusatoria.

El más joven frunció el ceño con indignación ante esa falsa suposición. Obviamente no le pedía tal cosa con esa intención y le molestaba que el señor Kang lo acuse de tal manera sin conocerlo en lo absoluto.

— ¡Claro que no! Solo le estoy pidiendo una oportunidad para presentar de nuevo los exámenes.— aclaró exaltado.

— Joven, su tono de voz.— le corrige la mujer— Y señor Kang, somos profesionales y nuestro deber es ayudar a los jóvenes para que tengan un mejor futuro. Y hasta donde yo sé, Nishimura es un chico puntual, responsable y honesto. No lo digo por defenderlo porque usted también debió haber tenido buenas notas en esta materia.— recalca, soltando un suspiro para dejar caer los exámenes reprobados en el escritorio— Pero yo pienso que sí repasas todo, puedo darte una oportunidad en caso de que mi colega se niegue.— le ofrece, dándole una sonrisa corta.

Ni-ki asintió frenéticamente y le agradeció pero había un pequeño problema. Si no aprobó esos exámenes fue porque no entendió ni una verga.

— Está bien, Sunmi. Pero te daré todos los contenidos en un solo examen.

— ¿Todos?— pregunta boquiabierto.

Eran cinco exámenes, con ejercicios de dos hojas lo que sumaba a que serían ¡Diez hojas llenas de equis, ye, zeta y letras que tenía que convertir en números!

— Tranquilo, serán algunos ejercicios pero le recomiendo que los practique a la perfección en su casa.

— B-bueno..— se rascó su nuca con una mueca, evadiendo la mirada.

El mayor chasqueó su lengua con un atisbo de gracia, girándose en su silla giratoria para que la mujer mirase expectante al chico.

— ¿Si, Nishimura?— alzó una de sus cejas— ¿Acaso no entendió ni una pizca de lo que le ha explicado su profesor?— al ver que no decía nada, pensó tener la respuesta y entonces el chico asintió apenado— ¿Y a que va a clases entonces? ¿A ocupar un asiento para decir que va a clases?

— N-no, señora Jeon.

La mencionada suspiró con pesadez, miró de reojo a su colega el cual parecía divertido con la situación pero su tarea no era burlarse de sus alumnos sino ayudarlos.

— Muy bien, un mes te voy a dar para que presentes el examen con todos los contenidos que has tenido hasta ahora.— le explica— Te voy a asignar un tutor, es uno de mis mejores alumnos y creo es el mejor en física así que hablaré con él para ponernos de acuerdo después de clase, ¿Le parece?

El rubio hizo una reverencia de agradecimiento antes de irse después de cinco minutos más. El azabache lo esperaba afuera junto a Sunghoon quien intentaba llevarse a su primo por petición de Jungwon y Taki quien reía divertido por lo rojito que estaba su amigo.

𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora