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- Sunoo, no tienes la menor idea de lo que-..

- ¡¿Y porque mierda sigues creyendo que es falso lo que te estoy diciendo?!

- ¿Es enserio que me lo preguntas?- soltó un suspiro, riendo de manera ironía para posar sus ojos en él- Solo estaras un tiempo con él y listo.

- Yo no-..

- Además, ¿Acaso están saliendo de manera oficial o es secreto?- contuvo la sonrisa maliciosa que quería escapar de sus labios al ver que se quedó callado y pensativo, un poco decaído a la vez- ¿Al menos sabes con qué tipo de personas a estado? ¿Conociste a sus padres?

- Conocí a su mamá.- bramó con el ceño fruncido.

- ¿Su mamá? ¿Y qué hay de su papá?- chasqueó su lengua- Sunoo, tampoco quiero que te ilusionen con algo que aún no está del todo aclarado.- intenta explicarle, está vez un poco más calmada- Se que quizás si es a él a quien has querido desde siempre pero no sabes casi nada de él.

- Por supuesto que sí.

- ¿Sabes que su padre no los va a aceptar y solo harías que se metiera en problemas? Crees que si el estúpido de Yunseok le dice cosas de ti, ¿No las va a creer?

Quería llorar de rabia, amargura, dolor y tristeza en ese momento porque sabía que en parte ella tenía la razón por más que le doliera.

Es por culpa de Yunseok que su vida a llegado a ser tan miserable. Si pudiera devolver el tiempo, no hubiera aceptado salir con él aquella tarde.

Porque por su culpa, ahora la mayoría de las personas pensaban que él era un chico fácil y eso le repugnaba tanto a él como a su familia. Una vez salió con un chico que era amable, tierno y cariñoso con él pero gracias a las patrañas que Yunseok le metió en la cabeza, lo dejó de la noche a la mañana.

Aceptaba eso por que ese chico no le gustaba como Ni-ki pero si se ponía a pensar, todo se podía ir a la mierda por Yunseok y le iba a doler de por vida que Ni-ki enserio creyera que él era así.

- Sunoo, se que Ni-ki es un buen chico pero por favor, ten cuidado... Y medita un poco mejor sobre tus acciones porque si me entero que te atreves a engañarlo con alguien, yo misma te voy a-...

- Si, si, si, si. Cállate.- gruñó tirando de sus cabellos- Si no lo quisiera de verdad, entonces no estaríamos saliendo, Sunhee.- le recalca- Perdón por que tengas que pasar por un infierno por mi culpa..- murmuró con una sonrisa falsa- Pero lo que pase con mi vida, es mi jodido problema y no te entrometas. Y más te vale no intentar hacer que él cambie de opinión porque si yo también me entero que me dejó por tus malditas palabras, tendremos un serio problema..- miró a los lados y se inclinó para susurrarle de cerca y en un tono bajo- Porque yo nunca le dije a Heeseung que lo engañaste aquella vez con Minhoo.. Cuando ninguno de los dos estaba ebrio.

Ella abrió los ojos con sorpresa al escuchar eso porque se había asegurado de que nadie se enterará, ni sus amigas y ¿Como fue que su gemelo lo supo?

Sunoo sonrió con malicia, negó al verla todavía perpleja para dejar unas leves palmadas en su mejilla.

- La diferencia entre tú y yo es que te duele mucho admitir que eres igual que yo.- murmuró entre dientes con cierta burla.

Sunhee estaba molesta, le dió una fuerte cachetada y tomó sus cabellos con brusquedad, tirando de estos hasta sacarle un quejido por que no le importó rasguñar su cuero cabelludo.

- Cuida lo que dices, vine aquí para decirte que tuvieras cuidado pero veo que te encanta arriesgarte.

- ¿Entonces no estás con Heeseung por su interés tampoco?

𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora