𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』

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— Sip, mi hermano.— rió por lo bajo— Mi hermano gemelo, a decir verdad.

Y de paso, lo dijo en voz alta. Qué vergüenza.

La familia sonrió al escuchar las palabras anteriores del chico que parecía apenado en parte.

Sunhee, la chica que le gusta siempre a tenido un hermano gemelo y ¿Como carajos nunca se dió cuenta si taaan enamorado estaba?

— ¿No lo conoces, Ni-ki?— pregunta la señora Kim con un atisbo de gracia— Eso sería un poco raro porque Sunoo es tan..

— ¿Escandaloso?— sugiere la chica.

— Si, eso mismo.

Unas horas más tarde, la lluvia se había detenido, los jóvenes terminaron casi todo el trabajo y Ni-ki había llamado a su mamá para que fuera por él en unos minutos, así que se encaminó hacia la salida con la compañía de la chica para esperar afuera.

— ¿Seguro que no quieres esperar adentro? Mis padres no tendrán problemas.— le asegura con cierta preocupación porque era de noche además de que se sentía como una maleducada al dejarlo afuera solo— Mejor voy a esperar contigo.

— N-no hace falta, de veras.— asegura con nerviosismo.

La risa divertida de la chica era como música para sus oídos sin lugar a dudas, se relamió sus labios ante el mar de pensamientos que lo embarcaron.

— Por cierto, ¿Irás a la fiesta de Heeseung?— le pregunta, cruzándose de brazos delante de él.

— Pues, si.— asiente— ¿Y tu?

— Claro, sería una buena oportunidad para distraerme un rato.

"Es mi oportunidad."

El sudor en sus manos comenzó al igual que ese cosquilleo en su estómago, miró a los ojos a la sonriente Sunhee para atreverse en abrir su boca de una vez por todas.

— Sun, me preguntaba si irías conmigo.— pregunta cabizbajo— M-me refiero-..

— ¿Ir contigo? Por supuesto.— exclama con una sonrisa ladina— Pero te digo que iré con mi hermano.— susurra entre dientes, observando la silueta del mencionado divisarse cerca de ellos.

— Por mí estaría bien.

— ¡Excelente! Te escribo luego para..— se vio interrumpida por el carraspeo de cierto chico a su lado.

Ambos se giraron para verlo con el ceño levemente fruncido, sus brazos cruzados y una mueca torcida.

— Mis padres te llaman.— dijo en dirección a la chica.

Ella asintió con una mirada de indiferencia, se despidió una última vez del rubio para irse en dirección a la cocina donde estaban sus padres.

Ni-ki evitó sentirse más incómodo de lo que estaba ante la mirada filosa del más bajo, que era solo unos centímetros más alto que su hermana y una cabeza más bajo que él. Entonces sintió el como se acercaba para ocupar el lugar donde estaba antes su gemela.

— ¿Ocurre algo?— pregunta ya harto de la mirada crítica del chico.

— No.

Sintió un repentino escalofríos ante la voz baja del contrario, creyó escucharla antes. Giró su rostro para verlo finalmente, ocultó su sorpresa lo mejor que pudo porque era prácticamente idéntico a Sunhee solo que tenía el cabello más corto, rosado, era un poco más alto y se veía enojado por motivos que desconocía por el momento.

— Ni-ki..— le extendió su mano sin saber que más decir.

El pelirosa solo se mordió su labio inferior sin apartar sus ojos de su mano, luego rodó los ojos para verlo con la misma indiferencia y solo le ofreció su dedo índice, el cual acepto evitando reír porque sería inapropiado y sentía que eso haría enojar al chico.