ꦼ ˔˙• Final °․• ☭

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Los dos chicos caminan entre risas en esa noche fría del viernes después de que se fueron de la casa de uno de sus amigos para celebrar que se había separado de su ex.

Lo sabemos, motivo ridículo pero ¿Quien dijo que personas así necesitan algún tipo de medicamento?

El japonés entrelazó su mano izquierda con la de su novio, quien balbuceaba algo inentendible en tono bajo, irían a la casa de los padres del pelirosa por que unos familiares habían venido y obviamente tenía que ir sí o sí.

Si no quería que Sunhee se quedará con los regalos de sus tíos.

Pero decidió ir con Ni-ki porque éste le insistió y también porque su mamá necesitaba que evitará que el escandaloso muchacho hiciera un espectáculo de primera como la vez pasada.

Y finalmente les presentaría a Ni-ki como su novio ya que lo había evitado por temor a que sus primos hablarán demás pero a la verga. Vivían juntos, eran felices y poco le importaba lo que su familia dijera.

Se adentraron en el patio de la casa, el cual estaba adornado con un par de luces y una mesa larga en la que habían uno que otro plato de comida mientras habían dos hombres que se encargaban de cocinar la carne en la parrilla, el señor Kim y el tío de Sunoo de seguro.

— ¡Sunoo! Cariño, que bueno verte.— dijo su tía en cuanto lo divisó llegando junto a un apuesto chico.

La mujer apachurro al pelirosa entre sus brazos hasta despeinarlo, sacarle el oxígeno mientras no apartaba sus ojos del rubio que se quedó como un adorno observándolos con una leve sonrisa incómoda.

— Hola-..

— ¡Enano!— exclamó su fastidioso primo Jisung.

Todos los desconocidos rodearon al chico pero miraban al otro que tenía una bolsa en su mano, apretando sus labios para intentar no maldecir.

— Joder, me exprimes desgraciado.— se apartó con una mueca de su primo, tirando del brazo de Ni-ki para aferrarse a éste mismo— Familia, él es mi novio, Ni-ki.— dijo finalmente con orgullo al ver lo estupefactos que lucían sus familiares.

— ¿Es enserio? Creí que era otra de tus bromas babosas.

— Cállate, Jisung.— espetó con el ceño fruncido.

Los dos chicos se vieron de manera filosa por un momento hasta que la tía intrépida intervino con algo de pesadez.

— Ah~ Estos chicos.— empujó a su hijo lejos de su sobrino— Hijo, déjate de bromas si no quieres terminar en el médico de nuevo.

— O en terapia intensiva.— espetó con una sonrisa torcida.

— ¡Mamá, ya llegaron!— se apresuró en decir Sunhee, llegando hasta ellos con una sonrisa— Hola y disculpen.— dijo, mirando en dirección a su primo.

La chica se quedó observando por un segundo los ojos oscuros del japonés y ambos compartieron una risa corta, entonces el celoso pelirosa apretó más el brazo de su novio para llamar su atención, haciendo que le entregue de una jodida vez la bolsa a su hermana.

— Oh, cierto.— le entrega la bolsa, la cual ella acepta con una sonrisa.

— Que lindo gesto de tu parte, Nini.

𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora