Capítulo 6

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Me estoy terminando de poner el abrigo y el timbre comienza a sonar.

—Lurdes puedes ver quién es —me grita de a donde sea que esté.

Camino hacia la puerta terminando de acomodar bien mi ropa, cosa de quien sea no piense que algo paso aquí, cuando estoy abriendo no me esperaba encontrar lo que tengo de frente, no es cómo me la imaginaba o quizás si. Esta mirándome despectivamente una chica una chica rubia de estatura baja con un vestido ajustado a su cuerpo es corto por lo puedo ver sus piernas las cuales están marcadas, debe ir mucho al gym, sus labios están pintados rojos, en su nariz lleva un piercing  y sus ojos son grandes, verdes y esa sombra oscura que lleva puesta los hace resaltar mucho más. Tiene una cartera colgando de su brazo me hace pensar que viene de la oficina, se ve mayor que Cesar quizás es su hermana pienso pero lo dudo porque no ha dejado de observarme cómo diciéndome tú que haces en mi casa o quien eres tu con esas pinta, la entiendo también me miraría así si fuera ella.

—¿Quién... ¿Olivia qué haces aquí? —veo como me mira nervioso mientras ella pasa.

Se miran un momento y luego a mí, solo por la forma en cómo lo examina cómo si estuviera buscando algo entiendo que es ella, su maravillosa novia a la cual no la engañaría porque o sino ahora estaríamos contando otra historia.

—Disculpen yo ya me iba, no olvides llevar el informe el lunes y terminar la última parte —mierda no soy buena mintiendo menos cuando estoy nerviosa, no me ocurrió nada más, espero que no me siga porque no deseo volver a verlo menos ahora que me siento mal.

—Espera dije que te iba a ir a dejar, no te sientes bien, Olivia me puedes esperar aquí por favor—la mira cómo diciéndole no digas nada y avanza conmigo rápidamente hacia la puerta.

—Tomaré un taxi tranquilo, ya me siento mejor no te preocupes, muchas gracias por la preocupación, pero tú novia acaba de llegar y estoy segura que necesita estar contigo —tomo mi bolso rápidamente sin darle tiempo a responder y cierro la puerta despacio detrás de mí exhalo el aire retenido sin darme cuenta.

Han pasado tres semanas desde aquel incidente en el departamento no he vuelto a saber nada de él y tampoco he sido capaz de mirar los mensajes de mi teléfono. Luego de lo que pasó a los días me dio otra crisis y desde entonces no han parado. A trabajar no fui esta semana, Lena me dio libre, también le dije a mi madre que le avisara a Matilde que me encontraba resfriada para que no viniera.

Hoy es el cumpleaños de David, es el hermano mellizo de Matilde y habían quedado en juntarse en un bar en el cual trabaja los fines de semana. Con David tuvimos un romance cuando teníamos quince años y duramos casi un año donde nos juntábamos a escondidas. Los dos éramos muy tímidos y cuando Matilde se enteró de nuestra "relación" se enfureció haciéndonos elegir ella o nosotros. No iba a perder a mi mejor amiga y él su hermana. Luego con el tiempo comprendimos que como amigos estábamos mejor, aunque hace un mes atrás aproximadamente en una fiesta de cumpleaños se nos pasaron las copas y nos volvimos a besar intensamente casi llegando a otro nivel, al otro día ninguno de los dos habló sobre el tema y la tensión se podía sentir. 

La relación con David siempre ha sido muy de amigos, pero tengo claro qué hay una tensión entre ambos. Es atractivo, eso está clarísimo, un morenazo que mide 1.85 con ojos oscuros y que ama ir al gimnasio. Pero no remueve cosas en mi como para hablar de tener una relación,  si alguna vez alguno de los dos llegara a sentir algo nuevamente y se declarara, según el dice que necesito a alguien tranquilo por mi intensidad y yo le digo a él que necesita a alguien que le pueda seguir su ritmo, siempre anda de un lugar a otro.

—Hija podrías contestar tu teléfono, Lena me acaba de llamar que necesita comunicarse contigo.

—Mamá ¿no le puedes decir que estoy durmiendo?

Tu mirada dentro de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora