Capítulo 1: Un día del asco

3.2K 313 79
                                    

31 de diciembre de 2021

Hay muchas maneras de recibir un nuevo día, unos lo saludan con una sonrisa, otros consiguen desayunos a la cama o tal vez un desayuno diferente que implique buen cardio cuerpo a cuerpo… alguien por allí debe estar llegando a clases o yendo al trabajo, comprando café, llevando a sus hijos a la guardería, paseando a sus mascotas, visitando a alguien lejano o recogiendo algún ser querido o conocido en el aeropuerto... creo que ya me expliqué, la cuestión es. ¿Quién lo recibe con gemidos provenientes de su habitación?

Tuve que regresar a casa a pesar que ya estaba en mi puesto de trabajo, pues, necesito mi laptop para conseguir un archivo, sin embargo, ante mis oídos se destacan gemidos, gruñidos y mi cama parece ser azotada ante tanto retruque.

Tragué hondo y avancé con pasos lentos desde la entrada hacia el pasillo, con dirección a mi pieza, mi corazón late asustado, haciéndome creer por un minuto que sufro de taquicardia, los chillidos del interior del cuarto se hacen aún más audibles, erizando por completo mi piel, mis piernas tiemblan, mientras que, mi cerebro ruega que solo sea mi imaginación jugándome una broma y no sea cierta esa escena que mi mente ideó…

Me asomé con temor y por el rabillo del ojo, ubiqué algo que me descolocó al punto de dejarme muda y estática. Mi novio de casi una década está cogiéndose a una de mis compañeras de trabajo, la manta que lavé hace poco está en el piso, sucia y arrugada, mi lencería preferida está en el suelo y mi orgullo yace en el fondo del océano al ver de quien se trata.

Mi superior, la que más me apoyó cuando comencé a laborar en la revista, se encuentra tendida en la cama, mientras grita a los cuatro vientos el nombre de mi novio, quien la toca como nunca lo hizo conmigo y lo peor del caso es que…—Te amo—confesó con tanta naturalidad ese algo que, durante mucho tiempo tuve deseos de oír.

Quiero gritarle lo maldito que es y a ella tomarla del cabello para arrastrarla y exhibirla por todo el lugar, pero, mi sistema no reacciona y en lugar de hacer el papel de imbécil, lo único que opté por hacer fue llorar en silencio… regresé sobre mis pasos, tomando aquello por lo que llegué y ahora me arrepiento de haber venido a buscar.

Absorta y sin asimilar demasiado la situación, egresé del apartamento e ingresé al elevador, sintiendo mis mejillas más húmedas que nunca, mi corazón se siente como un trapo que fue usado y luego desechado, mi garganta es consumida por un espantoso nudo que desea desenvolverse, más le es imposible.

Llorando como una estúpida, continué mi camino fingiendo que nada pasó, no obstante, debo regresar a laborar y no sé como actuaré ante otros sin sentirme de esta manera… lo peor de todo es que, en donde mire a mi mejor amigo a los ojos me romperé y no pararé de chillar.

Me frené de golpe y retrocedí unos cuantos pasos, giré mi cabeza al reconocer cierto coche y sonreí de medio lado. —Tú me heriste, yo haré lo mismo que me hiciste—saqué de mi bolso mi juego de llaves y caminé hacia su amado automóvil.

Sostuve la copia de la llave del apartamento y llegué hacia el baúl del coche, giré sobre mi propio eje para quedar mirando en dirección del retrovisor. —Maldito de bolas calientes—coloqué la punta de la llave en la pintura del auto y caminé muy lentamente, mientras deslizo con brusquedad el metal para hacerle un rayón que sea difícil cubrir con tan solo un retoque de pintura.

El sonido que se produce en este, lastima mis tímpanos, más aún así no me detendré. Exhalé al ver mi obra de arte y me encaminé, sin embargo, regresé sobre mis pasos, levanté mi pierna y con mi pie desbaraté el jodido retrovisor del lado del piloto y arremetí contra el del copiloto segundos después hasta desgonzarlo en su totalidad.

Sacudí mis manos y suspiré aliviada. —Para ser una chica, das una buena patada—halagó la voz de mi cabeza.

—Gracias…—me quedé estática al captar que es una voz masculina, giré con lentitud, topándome con un desconocido que asoma su cabeza por la ventanilla trasera del coche.

Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora