Capítulo 41: Las personas que conoces, son en realidad desconocidos

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Kamil

¿Qué hice mal?

¿Acaso he sido tan mala persona?

Debí ser un ciudadano más diligente…

¿Soy alguien tan despreciable que no merece el amor?

Siquiera el amor era para mí… ¿por qué el destino me dejó volar tan alto si me haría algo como esto?

Debería simplemente olvidarme de todo lo relacionado a esa palabra y ser un soltero de por vida… al parecer las relaciones no son lo mío y una vez más me lo demostró.

No, tal vez si lo fue… con ella o tal vez fui engañado de nueva cuenta, como siempre termino siendo el perdedor.

—¿Kamil?

Por qué me hizo esto, después de todo lo que hemos vivido juntos y lo que estábamos por vivir… simplemente, ¿por qué?

Las lágrimas rodaron por mis mejillas y las limpié con rapidez, mis labios comenzaron a temblar y los mordí para que dejen de hacerlo, mi nariz se sintió picosa y en mi interior hay un sentimiento que me embarga, que me asfixia y que no puedo controlar… dejé escapar un chillido y me cubrí los labios con ambas manos, no obstante, en el momento que los brazos de mi hermana me rodearon, no pude evitarlo y lo solté. Me quebré frente a ella.

—Querido, ya pasará, ya pasará—susurra en mi oído, parece que quiere llorar también—, no sigas triste, me parte el alma verte en este estado—pide bajo, de seguro es raro verme llorando de verdad, el único día en que lloré de esta forma fue en el funeral de nuestro padre… siento como si he perdido algo para siempre otra vez, esto es horrible.

—Oigan, el celular de Kam ha estado sonando sin parar—dijo Tom al irrumpir en mi pieza… en el lugar donde dormía junto a ella.

—Apaga eso que, nuestro hermano no está disponible para nadie en este momento y también mantén las luces de la entrada apagadas para que piensen que no hay nadie. La chica casi ingresa a la casa, de no ser por mí, se habría enterado que Kam en realidad estaba aquí.

—¿Le dijiste que no estaba? —indagó Tom.

—Por supuesto, no dejaría que lo viera para que luego saliera con una excusa tonta… tranquilo, ella no te merece—murmura mientras acaricia mi cabello, debería abrazarla de regreso, no obstante, mi cuerpo no tiene fuerzas—. La acogimos y la muy desgraciada tuvo el descaro de ser igual que las locas de tus exnovias, escuchó y vio como sufriste por culpa de esa rubia barata y aún así te traicionó, ¿cuán maldita se debe ser para ello?

Quiero decirle que deje de insultarla y no entiendo siquiera, ¿por qué la defenderé cuando ella nunca lo hizo conmigo? En su lugar siempre buscó la forma de sabotearme… y a pesar de todo eso me sigo preguntando, ¿me quiso de verdad?, ¿sus confesiones de amor eran reales?, ¿sus lágrimas cuando casi muero eran verdaderas?, ¿qué en ella era cierto?

—Y ese peluche de dónde salió—preguntó con curioseo mi hermano, observé hacia la cama y mi pecho dolió otra vez, es el Garfield gigante de Briana, ella adora ese jodido gato… decía que le gustaba abrazarlo porque olía a mí, le había rociado mi perfume para que me recordara.

—Ella lo tenía esta mañana, abrazado a sí diciendo que era como nuestro futuro hijo—balbuceé entrando en ese círculo vicioso de un corazón desgarrado en pedazos.

—Y tú que le ibas a pedir matrimonio—rezongó Emma—, deja de llorar por alguien como ella, no te quiere y lo que hizo solo lo demuestra—se separó y me observó—. Por favor, quiero que mi hermano el fuerte regrese, anda, ¿sí?, regresa por mí… las rupturas no te habían afectado tanto como para llegar a estos extremos, por favor, regresa, ¿puedes?

Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora