Kamil
Se quedó observándome como tonta en lugar de adentrarse en casa de su amiga la condesa de piedra, a veces me pregunto, si esta chica fue intercambiada en el hospital, me rehúso a creer que sus padres sean medio tontos como ella.
—Ya deja de mirarme que me gastarás—solté irritado, con ganas de largarme a mi casa.
Sí, ya se me acabó la batería social, no quiero ver gente.
Todo mi fin de semana fue arruinado por esa intrusa, primero aparece en mi nuevo sitio de entretenimiento y hace estupideces logrando que terminara cuidándola, cuando el que pretendía perder la consciencia era yo y segundo, me la encuentro un domingo y también debo salvarle el pellejo de unas jovencitas.
—En tus pensamientos me estás maldiciendo por arruinarte el fin de semana—analizó con la mirada juzgadora.
—¿Cómo adivinaste? —indagué con sarcasmo.
—No espero nada bueno de ti, en realidad, siempre pienso lo peor de ti y cuando dicen algo malo, sé que la persona no miente cuando se trata sobre Kamil Dixon.
—Se nota que me tienes mucho cariño—murmuré con ironía.
Un chico como de mi altura apareció con un semblante para nada alegre, mientras señala con su mano libre el celular cubriendo la bocina. —Bri, Alicia me quiere matar—chilló bajo sin saber qué hacer con la llamada que sigue en curso.
—¿Mi mamá? —gritó esta sin saber qué hacer con su existencia—Dile que no estoy, dile que estoy grabando—dijo entre susurros.
—Sabe que no grabas hoy—corrigió el chico.
—Dile que me fui con Sean.
—Sabe que te botó—reí bajo y al ver la mirada fulminante de ese par enserié.
—¡Me lleva la que me trajo! —sostuvo el celular y sonrió como si eso fuese a ayudarla—Mami querida, adorada y preciada, ¿cómo amanecimos hoy? —apartó con levedad el móvil—, creo que, amanecimos con el pie izquierdo—reí al escuchar aquello, sus muecas fueron cómicas.
El desconocido se posicionó frente a mí, me examina con ojo crítico. —Kamil Dixon, es un gusto conocerte…—tendí mi mano, más este no la tomó—supongo que, no es un gusto para ti—retiré con lentitud la mano.
Se cruzó de brazos con fastidio. —Soy Xavier Reyes, mejor amigo de Briana y como el único hombre que conoce las intenciones de otros, te advierto que, será mejor que no te pases de listo con ella.
—¿Ok? Bueno, de igual manera no pensaba hacerlo, si eso te tranquiliza…
—Si la haces llorar: sufres, si la hacen llorar por tu culpa: sufres, si algo le sucede a causa tuya: sufres, si la lastiman por ti…
—¿Sufro?
—No—sonrió con perversidad—, mueres.
—Copiado.
—Ahora sí, me agradas—me abrazó y sus manos palmean mi espalda, sin embargo, este no es un amistoso contacto, ese demente me está cortando la respiración y pensar que se veía debilucho… —. Parezco tonto, pero, doy miedo cuando me enfado y más cuando lastiman a mis chicas favoritas, ¿entiendes eso? —ese tonito, me está advirtiendo.
—Entiendo—alargué la palabra con dificultad y este me dejó en libertad, con una radiante sonrisa que no mata ni una mosca.
—¿Qué Henry? —indagó al otro lado de la línea—, ¿¡volvió!?
Me incliné con levedad hacia Xavier y al ver que se cruzó de brazos ante ese nombre, mi curiosidad se agrandó. —¿Quién es Henry?
—El primer amor de Briana—fruncí el ceño con cierto fastidio.
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Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔
RomanceKamil Dixon, es uno de los actores más cotizados de Hollywood y el eterno amor de millones de personas por ser un encanto, sin embargo, su verdadera personalidad es perversa, burlesca e inclusive grosera. Briana Russo, es una redactora de un importa...