Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔

Capítulo extra: Un viejo amor

Kamil

Comienzos de agosto, 2025

Ladeé la cabeza mientras ojeo cada una de las páginas del nuevo caso del cual debo encargarme, es molesto, me gustaba más el personaje vagabundo, ahora él decidió reivindicarse y volver a ser un gran fiscal. Giré en la silla giratoria y de pronto, solté un quejido, más bien estoy haciendo berrinche.

—¿Tenías que volver a ser fiscal? No había necesidad, igual Sofía no nos quiere—renegué al ponerme de pie.

Avancé por el pasillo, con varias camarógrafos siguiéndome hasta el elevador, las puertas estaban por abrirse, por lo que di un paso al frente, sin embargo, terminé chocando contra una fémina que ha soltado tremenda palabrota.

—Sofía…

—Shawn, no has cambiado en lo idiota—escupió al ponerse de pie—, hazte a un lado que me estás estorbando—soltó tajante.

La mujer pasó a mi lado y me volqué hacia ella, quien me da la espalda. —¿Qué te trae por aquí?

Se giró hacia mí y sonrió con perversidad. —He matado a alguien y tú serás el siguiente si no dejas de preguntas estupideces.

—¡Corte! Asombroso, madre mía, extrañaba estas escenas, ¿se odian o se aman?, ¿cómo es su relación? Cuando se quieran me avisan para agregar el romance—bromeó el director.

Me encaminé hacia la terraza de este edificio y ella viene detrás de mí, no parece muy contenta… bueno, ¿quién lo estaría? Después de decirle que comenzáramos de nuevo, a la mañana siguiente me la pasé escondiéndome y bueno, así fue hasta que desaparecí de Islandia.

Tenía miedo, ¿ok? Todavía tengo miedo, me espanta demostrarle que me tiene de nuevo, sé que dije comenzar de cero, pero, mi cerebro quiere reanudar la relación, besarla, abrazarla y tenerla entre mis brazos… ahí voy de nuevo con los delirios, no sé lo que me sucede, no, sé muy bien lo que me ocurre, es solo que quiero fingir no saberlo.

Me quejé al sentir un peso en mi espalda. —Vagabundo, ¿por qué me has evitado todo este tiempo?

—Se supone que nos estamos conociendo, ¿por qué me tratas como si me conoces?

—¡Chicos! —exclama la dulce pareja protagonista.

—¡Amiga! —chillaron las chicas al verse y corrieron a abrazarse.

Debido a ese encuentro, aproveché la situación para escapar, no me siento listo. Las relaciones me están espantando, debo pensarlo de nuevo… egresé del edificio y rápidamente fui rodeado por los medios y segundos después, un pequeño cuerpo chocó contra mi espalda, cosa que ha alertado a los periodistas, que preguntan sobre nosotros sin dejar de fotografiarnos.

“¿¡Han vuelto!?”

Briana se mantiene oculta detrás de mí, mientras sus manos sostienen mi camisa y por esa tembladera que se carga, puedo decir que está algo asustada ante tanta atención repentina.

Me giré hacia ella y la tomé de la mano, mi manager llegó con el auto y me abrí paso entre la multitud, la hice adentrarse al coche y lo rodeé, ingresando por el lado contrario.

—¿Por qué me sigues? —cuestioné hacia ella.

—Pero no te enojes, siempre andas de odioso, ¿eres bipolar? Deberías ver a un médico, el Dr. Lerman es bueno, él te puede ayudar.

—Genial, ahora el loco soy yo.

—Siempre lo has sido, no tienes una personalidad consistente, siempre cambias de parecer, dijiste que comenzáramos de nuevo y me estás huyendo, deberíamos tener citas o algo así, si sigues de esta manera cómo pretendes que no te siga. ¿Sabes lo primero que he hecho en cuanto llegué a New York? He venido a la grabación para verte porque te extraño.