Capítulo 29: Seducir para conseguir

880 91 9
                                    

Alessia

Al día siguiente

Escenas calientes pasan por mi cabeza, mi cuerpo se siente adolorido recordando esa sensación, que no tengo desde lo sucedido con Ander, aun puedo percibir las manos de alguien recorriendo mi cuerpo, mientras murmura cosas lindas en mi oído… espera, el de mi sueño no es mi antiguo prometido, esa forma de expresarse es de Xavier…

Abrí los ojos al tener un rostro en ese sueño húmedo y suspiré aliviada al percatarme de que sólo fue eso, un sueño… un ronquido cercano me hizo girar con temor la cabeza hacia un lado, hallándolo allí, cubierto entre las sábanas cubriendo su cuerpo desnudo.

Pegué el grito al cielo al percatarme que también estoy como vine al mundo. —No grites—refunfuñó al cubrir sus oídos con una almohada y segundos después, el idiota reaccionó—, ¿¡Alessia!? —sus ojos me observan con confusión.

—Tú y yo…

—Creo que, por la falta de ropa y que me siento algo pegajoso, entonces, quiere decir que sí, nos acostamos y no precisamente a dormir en plan de amigos.

—¿Recuerdas algo?

—Sabes que nunca recuerdo nada después de embriagarme, pero, si lo llegase a recordar, juro por mi vida que no se lo comentaré a nadie.

—Sal de aquí—elevé la voz con firmeza y autoridad.

—Lo siento Ale, en verdad estaba ebrio y no sabía lo que hacía, juro que nunca me hubiera pasado por la cabeza hacer este tipo de…

—Está bien… estábamos ebrios, estoy siendo muy inmadura al respecto, sólo fue una noche.

—Eso es, una noche…—sé que estás decepcionado, de seguro esperas que algún día corra a tus brazos, sin embargo, con todos mis delirios pasados no estoy lista para salir con alguien más y menos contigo para arrastrarte a mi miserable vida.

La promesa que hice aquel día, en la última despedida de Ander retumbó como un eco en cada rincón de mi cabeza, diciéndome lo desgraciada y egoísta que soy, por tener el descaro de olvidarlo, aunque sea por unos segundos…

—Xavi, ¿puedes salir?

—Sí, yo, eh, me… iré—se cubrió con una almohada sus partes y recogió sus prendas de vestir.

En el instante que egresó de mi pieza, mi celular se encendió con el nombre de mi madre en pantalla. —¿No pretendes venir?, tengo que rogarte para que visites a tus padres, además, simplemente no vendrás a hacer vida familiar, sino que hablaremos de negocio y de una posible expansión en otras áreas.

—No quiero verte.

—Te pondrás como una niña pequeña de nuevo.

—Mamá, me asfixias, ser tu hija me dan ganas de desaparecer, convertirme en una maldita burbuja y que los niños me exploten intentando atrapar esa bola transparente y así me iré de este mundo.

—No te estoy pidiendo que vengas, te estoy ordenando que llegues temprano. Tendremos invitados y son muy importantes para nuestra familia y tu futuro.

Colgué la llamada y lancé el celular en algún rincón de la habitación, sostuve una almohada y cubrí con fuerza mi rostro intentando cortar la respiración, sin embargo, los momentos que he vivido con mis amigos me hicieron aflojar el agarre.

—Soy una maldita cobarde, ni para morirme sirvo.

Kamil

La oscuridad me consume, mi corazón se siente pequeño, mis piernas tiemblan como gelatinas y mi cabeza no puede asimilar el hecho de que moriré pronto… los lamentos del ente retumban en cada rincón de mi cerebro.

Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora