Capítulo 22: ¿Quién ganará su corazón?

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Kamil

2 de mayo de 2022

El aeropuerto está muy sereno para mi gusto… ¿dónde están los bombos y platillos?

Avancé por las instalaciones y lo escuché, gritos, personas coreando mi nombre y profesando lo mucho que me aman es lo que retumba en mis oídos. Mi hermano se posicionó a mi lado y los guardias nos rodearon de lado a lado, cuando estas cosas suceden, a veces la situación tiende a descontrolarse.

—Afuera está infestado—sacó del bolsillo de su saco dos gafas de sol, una la tendió para mí y la otra se la colocó.

—Te encantan estas cosas—bromeé al ponerme los lentes.

—¿Estás listo para regresar a tu mundo?

—Antes de ello… tengo que pasar a algún lugar, cierta damisela está de paseo con un aburrido chef cuando le advertí no hacerlo.

Reanudamos nuestra caminata y los gritos cada vez más se escuchan con estruendo, pues, casi llegamos a la salida. —¿Qué pretendes hacer?

—No es obvio—me saqué las gafas de sol y lo miré de reojo sin dejar de caminar—, voy a buscar a mi futura novia, ya jugó mucho con el segundo plato, el primero ha vuelto para ocupar su lugar—guardé mis manos en los bolsillos de mi pantalón y pronto la brisa neoyorquina inundó mi cuerpo.

Cientos de flashes se activaron, amenazando con cegarme, sin embargo, estoy acostumbrado a esto, solo debo sonreír y ya, es pan comido.

“¡Kamil, Kamil, Kamil!”

“¡Te amamos!”

Levanté la mano a forma de saludo hacia las personas que se tomaron la molestia de venir a recibirme… aunque, realmente no tengo ni la menor idea de cómo se enteraron que arribaría a esta hora. Hasta el momento mantuve mi vuelo de regreso en secreto y bueno, ¿por qué me sorprendo? Soy Kamil Dixon, esto es normal en mi vida, es muy normal no tener privacidad.

En cuanto ingresé al coche, ojeé mis redes sociales, solo para encontrarme con cosas molestas, puse los ojos en blanco y seguí deslizando, no obstante, solté una palabrota que impresionó incluso al conductor, pues, mi hermano ya está acostumbrado.

—Oye, guarda la compostura—murmuró a mi lado.

—Y con una mierda, rastrea esta porquería—dejé mi celular en sus manos—, quiero saber el lugar donde se encuentran.

—No seas tóxico…

—¿Tóxico? —mi ojo derecho ha comenzado a parpadear, mi tic nervioso ha vuelto—Su cara está cerca de la suya, si llego a ver una foto de ellos dos besándose, las cosas se van a descontrolar.

—Briana no te quiere.

Me crucé de brazos y me mantuve erguido. —Eso es porque no me conoce…

—Ya te conoce.

—Es porque no me ha conocido bien—rebatí.

—Y que no lo haga, saldrá huyendo. Imagínate que se entere que en las relaciones amorosas serias eres pegajoso—se mofó.

—¿Pegajoso yo? Nómbrame una vez en que lo haya sido—entreabrió los labios y le cubrí la boca—, no hace falta numerarlas.

—Conozco este parque de diversiones—señaló la pantalla de mi celular—, está en New Jersey.

—Y bien, ¿por qué no vamos allí?

—Irás de verdad—indagó sin poder creerlo—, tú, Kamil Dixon, por primera vez en tu vida irás detrás de una mujer. Esto es serio, Briana Russo, carajo, estoy por creer que ella será la nueva Sra. Dixon.

Sabotaje/ luz, cámara y... ¡Te tengo!✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora