Hola a todos, aquí Coco, quien aún suspira por su creación y, pese a no llevar lemon, está segura que a más de uno le encantará UwU La cosa ya se puso fuerte en la trama, la identidad de la bestia ha sido revelada y ahora, en el borde de una nueva crisis, vemos a nuestros héroes tratar de reagruparse y decidir qué van a hacer. ¿Será que nuestro pobrecito Ban está condenado? :'( No especulemos todavía. Mejor abrasen su almohada, vayan por un té, y prepárense para la lectura de hoy que está bien buena ^u^ Ya saben qué hacer.
Posdata: también hay actualización nueva en Bloodties y Coconoticias, no se las vayan a perder.
***
—¡Sáquenme! —gritó el lobo golpeando las paredes de su celda—. Les digo que soy inocente. Esto es un error, ¡tiene que serlo! ¡Exijo ver al alfa de inmediato!
—Tranquilízate —dijo una voz a sus espaldas y, al reconocerla, una expresión de alivio relajó las facciones de angustia del chico.
—Al fin, alguien con cerebro —Acercándose a su amigo tanto como se lo permitían los barrotes, el pobre se lanzó a la misión de repetir lo que había dicho a cada persona que se le había acercado—. Meliodas, yo no soy la Bestia. ¿Podrías decírselo a estos estúpidos para que me dejen salir?
—Ban. Yo... —comenzó el rubio, pero las palabras se le atoraron en la garganta, y fue incapaz de seguir mientras apartaba la mirada en una mueca de dolor.
—No puede ser. ¿Tú también? —Una risa de pura exasperación salió de los labios del albino y, apenas terminó de reír, estalló definitivamente en un brote de cólera—. ¡¿Qué carajos está pasando aquí?!
—Te transformaste —empezó una voz suave tan inconfundible como la primera—. En frente de todos.
—Elizabeth... —dijo reconociendo a la muchacha en la penumbra, y al ver sus hermosos ojos azules tan llenos de dolor como la cara de su amigo, supo sin lugar a dudas que aquello no era ninguna farsa—. No. No es posible, yo... —Se rindió. Si las dos personas que más habían luchado contra el monstruo se lo decían en la cara, algo de aquello debía ser cierto. Se dejó caer con pesadez en el banco de piedra de su prisión, ocultó el rostro en las manos y, tras inhalar lentamente, volvió a mirarlos dispuesto a escuchar la historia inverosímil que de seguro le iban a contar—. ¿Cómo es posible?
—No lo sabemos —retomó el rubio, tratando de conservar la misma compostura que él—. Es la primera vez que esto le pasa a alguien que no es de la familia. O a un hombre lobo que fue mordido.
—¿Y no se supone que sólo le ocurre a los lobos que ya tienen mate? —añadió Ban, tratando de comportarse de forma razonable—. Yo no cumplo ni uno de los requisitos. Vamos. ¿Están seguros de que...?
—Te vimos —Por fin el anterior alfa se animó a mirar a su primer beta a los ojos y, al hacerlo, una tormenta de emociones se desató—. Te transformaste ante mí, por orden de Elizabeth. No hay ninguna duda de que portas la maldición. Ahora sólo queda preguntarnos, ¿cuándo? —La pregunta quedó flotando entre los dos como gas venenoso, y al inhalarlo, ambos sintieron verdadero miedo—. ¿Cuándo fue que la adquiriste?
—¿Insinúas...? —comenzó el ojirojo, temblando de indignación—. ¿Es posible que creas que yo fui quien la mató? —No hubo respuesta. Solo un par de lágrimas que, al terminar de caer, desataron la furia definitiva del albino—. ¡¿Piensas que fui yo quien mató a Liz?! ¡¿Cómo puedes creerlo?!
—¡No quiero hacerlo! —contestó el otro, también perdiendo los estribos—. ¡Eres mi mejor amigo! ¡Eres como un hermano para mí! —Tras esta declaración ambos guardaron silencio, y se quedaron resollando tratando de descubrir qué había en el corazón del otro—. Pero no puedo fingir que no vi lo que vi. Ban, ¿recuerdas algo? ¿Puedes darme algo a lo que aferrarme para seguir creyendo en ti?
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OMEGA
أدب الهواةAlgo misterioso ocurre en el pueblo de Black Valley. Elizabeth Liones, quien recientemente ha descubierto que es adoptada, ha decidido pasar su último año de preparatoria ahí para poder encontrarse a sí misma y decidir quién quiere ser. Pronto descu...