Capítulo 19: Una apuesta es una apuesta.

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Narra Sally.

El calor que sentía mi cuerpo era bastante difícil de explicar. ¿Por qué diablos hacía tanto calor en esta endemoniada cama? No tenía pensado abrir los ojos, sólo me quitaría la manta de encima y todo estaría...

No había ninguna manta cubriéndome.

Abrí los ojos de golpe al notar como un brazo me cruzaba por la cintura, un brazo bastante masculino que se negaba a alejarse de mi cuerpo. En ese instante, todos los recuerdos de la noche anterior regresaron a mi cabeza, la cena de beneficencia, el beso que Ryan frustró, el Blue Nigth y el beso que siempre estaría en forma de recuerdo cada vez que pisara el lugar, los golpes entre Noah y el idiota de Kevin, y dormirme en el pecho de Noah para cerrar todo lo que había ocurrido.

Y, por alguna extraña razón, quería cerrar los ojos y mantenerme en aquel calor sofocante que el cuerpo de Noah estaba emanando. Jamás me había sentido tan cómoda en los brazos de hombre como lo estaba en este instante, jamás me quedaba lo suficiente como para que eso ocurriera. De hecho, era la primera vez que dormía en la misma cama con alguien que no fuera Elle y eso me inquietaba un poco.

Lentamente y tratando de hacer el menor movimiento posible, giré para poder observar a Noah mientras dormía. Parecía tan relajado y tranquilo, como si en sus sueños nada lo perturbara. No había rastros de su inseguridad cuando estábamos en el instituto o la osadía que desprendía la noche anterior en el club. Era simplemente Noah, una muestra pura de su verdadera esencia, eso que no terminaba de mostrar a los que lo rodeaban.

Mis dedos picaban por trazar cada una de sus facciones mientras aún seguía dormido, por recorrer su cabello y sentir la suavidad bajo la palma de mi mano. Noté como su ceño se frunció un poco antes de que Noah acercara aún más su cuerpo al mío, lo que realmente me hizo sonreír. Posesividad en un chico como Noah era difícil de encontrar. Ese gesto llegó de tal manera a lo más profundo de mi ser de tal manera que me dejé llevar por mi impulso y deslicé mis dedos entre medio de su cabello.

Estaba deseando que el mundo se detuviera en aquel momento, en el que sólo eramos Noah y Sally, donde nuestras diferencias no importaban y eran los que nos convertían en un todo, un momento en el que yo no me sentía fuera de lugar y todo lo que en algún momento me dolió se disipaba por su simple cercanía. Un suspiro pesado salió de entre mis labios, debía terminar con esa maldita apuesta.

—Yo y mi maldita bocaza. —Cerré los ojos con fuerza con la esperanza de que mis problemas desaparecieran.

Desde aquella fiesta, antes de saber quien era Noah, sabía perfectamente que él era diferente, que sería diferente a todos esos tipos que habían pasado por mi vida. Y tenía que arruinarlo todo con la estúpida apuesta que hicimos con Susan, con quien después terminé por pelearme. Maldita seas, Sally Hyde, alguien debería darte un golpe en tu cabezota.

—Dime que estoy soñando —Una voz ronca me hizo abrir los ojos. Noah tenía solo un ojo abierto y una pequeña sonrisa en sus labios—. Si es un sueño, por favor, déjame dormir cinco minutos más.

—Esto no es un sueño, guapo —Sonreí mientras volvía a deslizar mis dedos en su cabello logrando que cerrara su ojo—. ¿Cómo están tus heridas?

—Mucho mejor, gracias a una enfermera atrevida —Su perfecta sonrisa apareció deslumbrándome un poco—. No creo que la conozcas, pero debo reconocer que es muy sexy.

—¿A sí? —Su actitud despreocupada y divertida estaba haciendo estragos con mi corazón sin barreras para protegerla.

—Aja... Tenía unos ojos azules electrizantes que... —Sentí mi pulso acelerado ante las palabras de Noah, pero alguien lo tuvo que interrumpir.

Opposites Attract. [Attraction #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora