Capítulo 7: La clase de ciencias.

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Narra Sally.

Andar por la vida con un par de lentes de sol no era la mejor opción, pero era lo que había luego de un domingo de beber hasta reventar. La chicas habían arrancado su fin de semana el jueves, por lo que hoy estaría sola en el instituto. Ambas se habían pasado en algo más que alcohol la noche anterior y, estaba segura, que aún se encontraban desmayadas en algún rincón de la mansión de Eleonor.

Yo por mi parte, había tratado de olvidarme un par de ojos verdes misteriosos con todo el alcohol que podía sin tener el resultado que esperaba.

Había vuelto a casa luego de que lo cruzara en el cine, para ver si mi padre aún estaba sobrio pero no lo encontré en ninguna parte. No quería imaginar en que agujero de mala muerte se encontraba, pese a que me dolía el corazón de solo pensar que podía llegar a pasarle algo. A veces pensaba que él sería más feliz si no me tuviese como el recordatorio de que mi madre ya no estaba con nosotros.

Tuve que alejar los malos pensamientos de mi cabeza y concentrarme en que hoy debía poner todo de mí en las malditas clases. Ese jodido director no me iba a ganar y yo recuperaría mi beca. Debía conseguir una excelente calificación en mi clase de ciencias para poder tener un gran promedio. Era la única que me costaba y no había manera de que arruinara esto.

—Jodido dolor de cabeza. —Murmuré cuando la campana sonó.

No me sorprendió estar completamente sola en todos lados, tenía una mala reputación y un carácter de mierda que daba miedo a la mayoría de las personas. Pero realmente no había manera de que pudiese cambiar eso, ya era así. Cortada por la misma tijera que tu padre, una alcohólica sin recuperación. Entré al salón de clases y el profesor Grien estaba a la espera de que los últimos alumnos entraran.

—Bueno, alumnos —Dijo acercándose a la puerta para cerrarla—. Llegó el momento de que arme los grupo de estudio para este semestre.

En ese instante mi cerebro se apagó, venía el discurso de que este sería el trabajo del que dependía la nota final y de la que todos los becados debían estar pendientes para mantener la beca. Pero estaba distraída. Eso ojos verdes volvieron a mi, torturándome y haciéndome desear encontrar al Misterioso Noah para poner en marcha la apuesta. Necesitaba hacerle entender que nunca se jugaba con Sally Hyde.

Lo había investigado, intenté encontrarlo por todas parte pero no tuve suerte. Al parecer, Noah era un misterio para mi ciudad y todavía no estaba segura de que fuéramos al mismo instituto. Francamente esperaba que fuera así, porque eso sería completamente beneficioso para mi puesta en escena. Noah se había metido en mi cabeza y, por alguna extraña razón, sentía que había visto esos ojos en otro lado.

—Srta. Hyde ... —Mi atención volvió cuando le profesor me nombro, era hora de que el pobre diablo que me tocara de compañero se enfrentara a su desgracia. Una sonrisa maliciosa se deslizó por mis labios— Usted trabajará con el Sr. Specey.

No había escuchado ese apellido antes, no habíamos trabajado juntos y, al parecer, era de un perfil bastante bajo porque nadie parecía registrarlo. Giré en mi asiento para buscarlo pero no había nadie. Estaba a punto de decirle al profesor que era posible que se hubiese confundido cuando una cabeza rubia se movió en su asiento.

—Noah, la Srta. Hyde esta sola en su banco, puedes sentarse aquí. —Noah, el profesor acababa de decir Noah.

Mis ojos se fueron al chico que se había levantado de su asiento. A su lado estaba Scott White, el capitán del equipo de fútbol con una sonrisa divertida en los labios. En frente una chica que me parecía conocida me fruncía el ceño por lo que le di una mala mirada consiguiendo que desviara la suya lejos de mi. No tenía idea de quien era, pero realmente no era importante en este momento.

Opposites Attract. [Attraction #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora