Capítulo 25: Debilidades y distracciones.

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Narra Sally.

Me moría de miedo, no sabía que hacer para calmarme y estaba a punto de llamar a Noah y fingir un malestar estomacal o cualquier enfermedad contagiosa para que él no llegara a casa. Eres una cobarde. Debía enfrentar esto, debía hacerlo. Además, moría de ganas por pasar a solas el fin de semana, aunque se nos haya acortado por la reunión familiar que planearon sus padres. Tomé una profunda respiración en un intento de tranquilizarme, aún tenía tiempo para calmarme y hacer las cosas bien.

Me había encargado de dejar la casa reluciente, de abastecer la cocina y de tener una buena cantidad de películas que podíamos mirar. Quizás no pasara nada, quizás pasara todo, pero estaba segura de que debía tomarme las cosas con calma cuando de Noah se trataba. Si yo estaba nerviosa, él se pondría nervioso y esto jamás funcionaría. Respira, Hyde, respira. No olvides respirar.

—Nunca pensé que viviría para ver el día en que Sally Hyde estaría nerviosa. —Eleonor sonreía desde la puerta de la cocina, donde se encontraba apoyando su hombro contra el marco.

—Nunca creí que viviría para ver el día en que Eleonor Cray entraría a la casa de alguien si llamar. —La fulminé con la mirada.

—Tu dejaste la puerta de adelante abierta, no es mi culpa —Se encogió de hombros mientras terminaba de entrar al lugar—. Además, me pediste que viniera. Estaba muy entretenida molestando a Scott y, aún así, corrí hasta aquí para ver que necesitabas.

—Creí que no te gustaba Scott. —Entrecerré los ojos en su dirección.

—A veces eres idiota, Hyde, el chico es un buen amigo. Ninguno de los dos tiene sentimientos de esos por el otro y, estoy más que segura, gusta de esa chica que siempre cambia de color la punta de su cabello —No sabía de quién demonios estaba hablando—. No importa, no me des importancia. Lo importante aquí es como le dirás a Noah lo de la apuesta...

—Sólo... Sólo se lo diré sin dar demasiadas vueltas. No necesita quedarse más de lo necesario si no quiere continuar con lo que tenemos —Tragué saliva duramente. No tenía idea de cómo reaccionaría si él me rechazaba luego de saber toda la verdad—. Y así yo podré ser una niña grande y hacerme la fuerte durante el día...

—Y llorar como una recién nacida por la noche —Eleonor puso los ojos en blanco en mi dirección, un poco incrédula de que pudiera llorar por perder a Noah. Ella jamás lo entendería—. Si él no quiere entenderlo, quiere decir que no merece la pena, es así de simple.

—Eleonor, estamos hablando de Noah —Suspiré mientras me recostaba sobre el mostrador de la cocina—. El merece la pena totalmente, no hay manera de que no lo valga.

—Me importa más mi mejor amiga que mi nuevo amigo, ya te lo he dicho —Eleonor golpeó mi brazo haciendo que me pusiera derecha—. No importa si eso implica que debamos defenestrar al chico perfecto, Noah Specey.

—Eres grande, Eleonor. —Sonreí antes de darle un gran abrazo.

—Lo sé, no necesitas decirlo. —La chica me guiñó un ojo antes de instalarse en el sofá. Al parece, Eleonor aún no tenía intención de irse.



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"Lamento el retraso, kitten. Estoy en camino, lo prometo." N.

Hacía quince minutos que el chico me había enviado el mensaje, poniendo en alerta todos mis sentidos. Noah estaba en camino. Eleonor se había ido hace ya un par de horas, dejándome completamente relajada mirando una de mis series favoritas. Era la única cosa que me distrajo lo suficiente como para no pensar en el retraso que tenía Noah hasta el momento. Era lo único que te impedía imaginarte que no vendría. Y, ahora que sabía que estaba viniendo, una mezcla de euforia y nerviosismos desataba una batalla en mi interior.

Opposites Attract. [Attraction #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora