Capítulo 24: Confesiones.

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Narra Noah.

Sentía la presión del agua romperse con cada brazada que daba en la piscina. La distancia cada vez se hacía más corta y el aire comenzaba a faltar en mis pulmones, pero nada importaba. Me sentía relajado mientras mi cuerpo se iba agotando con cada metro que avanzaba en el agua. Este era mi escape, el lugar en el que descargaba todas las tensiones y no me cuestionaba las decisiones que tomaba o el camino a seguir que elegía.

Estaba completamente feliz de como las cosas estaban yendo con Sally, lo bien que ella se llevaba con Scott y mi hermano y la amistad que Eleonor me obligó a construir con ella. Definitivamente mi vida había dado un giro de trescientos sesenta grados. Era como otro Noah, uno más completo y alegre pese a seguir siendo el mismo nerd de siempre. Mis calificaciones no habían variado, no tenía reclamos por parte de mis padres y podía tomar la decisión que quisiese con respecto a mi futuro.

Todo era demasiado perfecto para ser tan real.

Tocar el borde de la pileta me hizo frenar. Esta había sido mi vuelta número treinta, diez más que las que hacía habitualmente, porque algo me estaba molestando pese a la perfección que aparentemente me rodeaba. Quizás tenía que ver con Margarett. El cambio radical que había hecho la que había considerado mi mejor amiga por mucho tiempo comenzaba a afectarme. Era como ver un lado que jamás se me hubiese ocurrido que tuviera, era una personalidad completamente distinta a lo que estaba acostumbrado.

—Oye, chico. —No esperaba ver a nadie en la piscina, era horario de clases y nunca me cruzaba con ningún estudiante. Mu sorpresa fue aún mayor cuando vi el cabello naranja de Susan.

Sus ojos me analizaban y la sonrisa maliciosa que traía no me gustaba nada. Sabía que había sido amiga de Sally y que se habían peleado por algo. Aún quedaba en mi memoria aquel cruce de miradas que se dieron ella y Sally cuando nos encontró en la habitación de la mansión de Eleonor aquella mañana. Aún más recordaba el cambio en el humor de Sally luego de eso.

— ¿Qué sucede? —No le daría demasiado de mi tiempo, tenía que encontrarme con Eleonor para ayudarla con algo de ciencias.

—Tranquilo, cariño, no necesitas ponerte a la defensiva conmigo. —Sentí sus ojos recorrer mi cuerpo lo que me hizo fruncir el ceño. No había ninguna razón para que la chica me estudiara de aquella forma.

—No estoy a la defensiva —Fui directo a mi toallón para secarme un poco y ocultar mi cuerpo con él—. Sólo no tengo tiempo para hablar contigo.

—Seré rápida, entonces, así no quito demasiado de tu preciado tiempo. —La chica me puso los ojos en blanco, como si realmente no se creyera ninguna de sus palabras.

—Adelante. —Me crucé de brazos y esperé a que hablara.

—Debes cuidarte de Sally — ¿Qué demonios? —. No me mires como si tuviera tres cabezas, cuídate de la chica. Puede aparentar haber cambiado pero estoy segura que aún no te contó todo lo que hizo con su vida o la cantidad de problemas que se buscó a lo largo de todo este tiempo. Eres un chico inteligente, Specey, no te arruines con alguien como Sally Hyde porque no merece la pena.

— ¿Quién te crees para hablar así de ella? —La sangre me hervía ante la cantidad de idioteces que Susan acababa de decir.

—Te lo dice una persona que la conoce muy bien —Susan se encogió de hombros antes de girarse para salir—. Sally, Eleonor y yo estamos cortadas por la misma tijera. Por más que lo intenten, jamás cambiaran.

Y con eso la chica se fue, dejándome con más dudas que respuestas. Necesitaba aclararme, pero ahora mismo debía encontrarme con Eleonor. Al diablo con mi intento de relajarme. Gracias por eso, Susan.

Opposites Attract. [Attraction #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora