Capítulo 29: Cinco letras.

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Narra Sally.

—Hasta que logramos dar con usted, Srta. Hyde —El director traía su típica sonrisa falsa—. Tome asiento, por favor.

Me sentía reacia a cumplir, no tenía idea de por qué me había llamado ni que pretendía de esta reunión. Sólo acepté porque Clarson seguía aquí, y eso debía significar algo bueno. Sólo quería largarme de aquí para hablar con Noah. Suspiré al pensar en cómo me había mirado, nada a lo que realmente esperaba. Sus ojos aún eran cálidos y había duda en ellos. Su mirada había sido como una caricia cuando realmente no me lo merecía.

Había esperado encontrármelo sentado con Margarett, una mirada repleta de rencor y sentir como mi corazón se partía cuando él me ignorara completamente. Nada de eso había ocurrido. Sentí como una burbuja de esperanza comenzaba a crecer en mi interior, como las cosas aún no estaban perdidas. Tal vez sólo era cuestión de una charla, algo que me permitiera explicarle como habían sucedido las cosas realmente y que, a partir de allí, el pudiera elegir que sucedería.

—Sally... —Clarson captó mi atención haciéndome regresar a la realidad y apartándome de mí divague anterior.

—Lo siento, estaba pensando en algo que debo hacer luego de clases —En realidad, en alguien, pero era información que el director no necesitaba saber—. ¿Podría repetirme lo que estaba diciendo?

—Ahora que si tengo si atención, Srta. Hyde, la cite para informarle su estado actual con la beca —El director no parecía muy contento con lo que estaba a punto de decir, pero lo ocultaba con una falsa sonrisa—. Al parecer, usted tuvo una gran mejoría en la clase del profesor Green y la clase de Clarson es más que excelente, por lo que hemos decidido que puede acceder a ella nuevamente.

— ¿Qué? —El no acababa de decir lo que yo había escuchado.

—Tiene su beca nuevamente, Srta. Hyde, no haga que me arrepienta por volver a dársela —Su mirada no tenía nada de piedad, él estaría detrás de cada uno de mis paso y al menor error no tendría escapatoria esta vez—. Agradézcale al profesor Clarson. Ya puede retirarse.

—Muchas gracias. —Murmuré aún en estado de shock mientras me ponía de pie para abandonar el lugar.

—Que tenga un buen día, Srta. Hyde. —Pero sus palabras quedaron atrás cuando crucé la puerta.

¡TENIA MI BECA DE NUEVO! Las cosas comenzaban a mejorar, pero esto no solo tenía que ver con mi desempeño académico del último tiempo. Sabía muy bien a quien debía agradecerle, por lo que esperé por Clarson en la parte de afuera del despacho del director. El profesor había hecho mucho por mí, había depositado su confianza en lo que hacía y le debía mucho.

— ¿Qué haces aún aquí, Sally? —Clarson se sorprendió cuando notó que me encontraba apoyada en la pared de enfrente a la puerta.

—Lo estaba esperando. —Sonreí con un poco de timidez, le debía mucho a este tipo.

—Ven, vamos —Señaló en dirección al pasillo—. Es a punto de sonar el timbre del receso y me toca supervisar el patio de afuera. Podemos ir hablando, si lo quieres.

—De acuerdo. —Acepté y comencé a seguirlo.

Clarson no me presionó para que dijera lo que le tenía que decir, no emitió palabra ni me dirigió una mirada con la intención de hacerme hablar. Sólo me dejó ser, que hablara a mi tiempo, que confiara en él lo que tenía adentro. Él no me juzgaba, sólo me prestaba su presencia y conocimiento cada vez que lo necesitaba. Era el único en el instituto que se había ganado mi respeto y debía decírselo.

Opposites Attract. [Attraction #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora